inicio | opinión | notas | cartelera | miscelanea sueca | suplementos | enlaces 6-Julio-2007

El capitalismo es maravilloso

 

escribe Simón

A veces siento que he perdido el tiempo al intentar cambiar la sociedad. Es hora de aceptar la realidad y concordar que el capitalismo es maravilloso.

Seguramente me recordarán que el desastre ambiental al que hemos llevado al planeta sólo fue posible por el derroche de los recursos naturales que promueve el capitalismo. Otros me dirán que la brecha entre ricos y pobres sigue aumentando y que millones de personas están marginadas de la sociedad, que miles de niños mueren de hambre y enfermedades evitables cada minuto en el mundo ante la indiferencia de sociedades donde el sobrepeso es ya una enfermedad preocupante.

Todo eso podrá ser cierto y se puede atribuir responsabilidad a un sistema que promueve la sobreviviencia del más fuerte, el egoísmo, el derroche, la insolidaridad, etc, pero también tendría que admitir que ese sistema nos proporciona sorpresas sin límites, y nos estimula la capacidad de indignarnos, que no es poca cosa.

Para sostener esta afirmación, sólo recordaré algunos hechos recogidos por algunos medios de comunicación en estos días.

El que las hace las paga dice un viejo dicho popular, y pagar por cualquier cosa es una de las bases del capitalismo, no importa las consecuencias, pero hay que pagar.

Una mujer de 44 años que dependía de un aparato de respiración asistida falleció horas después de que la compañía eléctrica cortara el servicio de la luz en su domicilio, en la ciudad neozelandesa de Auckland, por no pagar la factura correspondiente.

Folole Muliaga, maestra de escuela y madre de cuatro hijos, murió, pese a advertir al técnico de la Mercury Energy que la desconexión acarrearía el apagón del aparato de oxígeno del que dependía para respirar.

El portavoz de la familia, Brendan Sheehan, declaró que el técnico respondió que se estaba limitando a cumplir con su trabajo, y que abandonó el domicilio tras desconectar la electricidad.

No quedan dudas, en el capitalismo hay que pagar, si nó nada funciona.

Además, el capitalismo nos obliga a renovarnos, para convencernos basta destacar algunas cifras de los ex países socialistas. Desde que se instauró el capitalismo, en lo que antes se denominaba la cortina de hierro, la expectativa de vida de los hombres se redujo en seis años entre 1991 y 1994, debido a la inestabilidad social, padecimientos físicos y mala situación económica, según un estudio de la Universidad de Michigan.
Según el estudio, la mayor competencia puede crear un ambiente que potencia el comportamiento de alto riesgo, que resulta en accidentes fatales, y además el mayor estrés social y económico puede manifestarse en suicidios u homicidios, y puede causar daño físico que lleve a ataques cardíacos.

Así, viviendo menos, el capitalismo promueve la renovación de la población y las ideas.



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