escribe Jaime Padilla

El embajador de Brasil en Suecia, Antonino Lisboa Mena Goncalves, fue condecorado el viernes 22, en esta capital, por la Encargada de Negocios de la Embajada de Bolivia, María Elena García de Baccino con el Cóndor de Los Andes, en grado de Gran Cruz, con la presencia de los embajadores iberoamericanos e invitados especiales.

El acto se llevó a cabo en Estocolmo por encargo del Ministerio de Relaciones Exteriores de Bolivia en honor del embajador Antonino Lisboa Mena Goncalves, por su invalorable labor de acercamiento desempeñado durante su gestión diplomática al frente de la embajada de su país en Bolivia durante los años 2003-2006.

Bolivia y Brasil son dos países hermanos, unidos por lazos tradicionales de amistad y de cooperación muy profundos, dijo García de Baccino al subrayar que el embajador Mena Goncalves con su presencia en Bolivia ha sabido fortalecer aun más las excelentes relaciones entre ambas naciones.

La máxima condecoración boliviana otorgada en Suecia, no fue posible hacerla efectiva oportunamente en el país, pero -según la representación diplomática boliviana- ese hecho no resta el mérito de este acto que reconoce en la persona del embajador Mena Goncalves su infatigable trabajo para consolidar la amistad de los presidentes Evo Morales e Inacio Lula Da Silva, iniciada en 2003 cuando el actual mandatario boliviano era diputado.

El embajador Mena Goncalves con dedicación ha ayudado en Bolivia a cimentar objetivos comunes para la construcción de una sociedad más justa y desafiar los graves problemas de la pobreza, con una política de sensibilidad social, pensamiento democrático hacia un crecimiento económico merecido, destacó García de Baccino al hacer entrega en nombre del gobierno de la República de Bolivia la condecoración del Cóndor de Los Andes, en grado de Gran Cruz.

El acto cobró su mayor emotividad en el momento en que el recién condecorado embajador Antonino Lisboa Mena Goncalves manifestó su respeto, admiración y confianza en el presidente boliviano Evo Morales Ayma, por su amistad edificada en los tiempos difíciles del proceso político del pueblo boliviano.

Esta distinción es el sello de esa amistad, es también mi identificación con el pueblo boliviano expresó.

Dijo sentirse más comprometido con Bolivia rememorando anécdotas de sus padres cuando por motivos de trabajo se trasladaban por algunos periodos a Santa Cruz. Creo que desde hace mucho tiempo soy parte de este valeroso pueblo que lucha ahora por un destino mejor señaló el embajador brasileño.

Destacó su emoción no sólo porque recibe la máxima distinción de la diplomacia boliviana, sino que para su persona adquiere, en estas lejanas tierras, en este día festivo del calendario sueco que celebra el solsticio de verano los mismos augurios que se expresan aquí entre los campesinos de una buena cosecha.

Se observa en estos días la claridad de la noche, en gran parte de Suecia no llega a pasar de la luz crepuscular, por eso se acostumbra decir el sol de medianoche.