Aumentan edad de pensión y rebajan porcentaje
El gobierno sueco plantea aumentar la edad de pensión anticipada de 61 a 63 años, y al mismo tiempo reducir el cálculo básico de la pensión del 90 % del salario a sólo el 80 %.

Las negociaciones parlamentarias para sancionar esta modificación al sistema de pensiones están trancadas debido a que el Partido Socialdemócrata se retiró provisoriamente de las conversaciones.

La iniciativa, sostiene la ministra de Seguridad Social, Cristina Husmark Pehrsson, permitirá el ahorro al Estado de 1.700 millones de coronas anuales

La propuesta fue presentada en diciembre pasado ante la protesta de los socialdemócratas que la consideran una violación a los acuerdos de pensiones ya establecidos. De todas maneras las negociaciones continuaron hasta la pasada semana cuando la Socialdemocracia reclamó que el gobierno diera marcha atrás con la propuesta.

Tomas Eneroth, representante socialdemócrata en la comisión parlamentaria que estudia el tema, denunció que con la iniciativa de reducir el cálculo de la pensión del 90 al 80 % de salario, quienes hoy tengan entre 55 y 60 años, perderían 500 coronas mensuales de pensión, si optaran por la pensión anticipada, y hasta 2000 coronas menos por mes a los más jóvenes. Eneroth plantea que los ahorros deben buscarse en otros campos, y subrayó que es una provocación plantear ahorrar en los incapacitados y enfermos, mientras se reduce el impuesto a las fortunas.

Acuerdo en el parlamento para espías a los ciudadanos
Los mayores partidos de Suecia decidieron apoyar un proyecto de ley que, por tres años, permite el espionaje telefónico, colocación de micrófonos ocultos, interceptación de correos eléctricos, ante la sola sospecha de que en el futuro se pueda cometer un crímen sancionado por 4 años de prisión.

Los partidos más chicos, Centro, Demócratas Cristianos, de Izquierda y Medio Ambiente, no respaldan la propuesta inicial presentada hace un año en el anterior gobierno al considerarla ilegal. La iniciativa ahora en camino de convertirse en ley, está basada en la propuesta presentada durante el gobierno socialdemócrata, por el entonces ministro de Justicia, Thomas Bodström. Ahora, el Partido del Centro, coaligado en la coalición de gobierno derechista, cedió y resolvió apoyar el espionaje a los ciudadanos y residentes en el país.

Dentro de las pocas excepciones que incluye específica la ley, se encuentra la prohibición a espiar las redacciones de los medios de comunicación y los sacerdotes cristianos.

Thomas Bodström, se mostró satisfecho de que su iniciativa haya sido respaldada por la mayoría al asegurar que así se le otorgan los medios a la policía y a la fiscalía para trabajar efectivamente.

La ley establece que la policía podrá recurrir al espionaje telefónico, correo electrónico, cámaras y otros medios, ante la sospecha de que se podría llegar a cometer un delito. En principio, el recurso podrá utilizarse si se sospecha que se cometerá un crimen que es sancionado con 4 o más años de prisión, por ejemplo, amenaza terrorista, homicidio, asalto a mano armada, secuestro, tráfico de personas, etc.

El espionaje será solicitado por la policía y determinado por un juzgado y debe ser renovado cada mes. La ley preve que la persona espiada sea informada posteriormente.

Nos habíamos amado tanto
Quizás no muchos recuerden la película italiana sobre tres amigos que compartieron la lucha en la resistencia contra los nazis y fueron creciendo y separándose en la Italia de los 60 y 70. Ese desarrollo de las relaciones también parecen haber contagiado las simpatías que los suecos llegaron a tener por los extranjeros algún tiempo atrás.

Según un estudio del Departamento de Integración, la tolerancia de los suecos hacia los inmigrantes y las minorías étnicas está en franco retroceso. El 23,3 % de los suecos consultados está dispuesto a votar por un partido que limite los derechos de los inmigrantes, y un número mayor está dispuesto a aceptar la discriminación de los inmigrantes en el acceso al mercado de trabajo y a la vivienda.

El estudio muestra también que cada vez menos personas se oponen a impedir el ingreso al país de inmigrantes musulmanes, así como también cada vez menos personas toman distancia de la afirmación de que los judíos tienen demasiada influencia en Suecia. Al mismo tiempo, un mayor número de suecos considera que el racismo aumentará en el país.

El informe presentado por José Alberto Díaz destaca que el racismo y la xenofobia será uno de los grandes desafíos del país y de la Unión Europea en el desarrollo hacia una sociedad moderna y plural.

El estudio sobre la actitud de los suecos hacia los inmigrantes se viene llevando a cabo desde 1999 y presenta los resultados de encuestas a unas 2.400 personas, de entre 16 y 78 años, radicados en Suecia y representantivos de la sociedad. En este año las opiniones fueron recogidas entre febrero y abril.

Según el informe, se registra un retroceso en la tolerancia en varios campos, en especial si se compara con las respuestas obtenidas en la consulta de 2005.

Tres de cada diez encuestados consideran que los nacidos en Suecia deben tener prioridad para obtener trabajo, vivienda y asistencia social. Creció del 12 al 14 % el porcentaje de personas que acepta la discriminación de los inmigrantes en el acceso al trabajo y la vivienda. Un 15 % considera que los inmigrantes deben ser enviados a sus países cuando disminuyan las oportunidades de trabajo.

También creció del 5,7 al 7,3 % el número de suecos que considera votar por un partido que limite los derechos de los inmigrantes, mientras un 16 % considera posible llegar a votar un partido con esas premisas.
Seis de cada diez considera posible limitar totalmente o parcialmente la inmigración de musulmanes.

El sindicato SAC desvela la ley del silencio impuesta por Ikea
Ikea dice ser un muy buen patrón. Los trabajadores de Ikea en Suecia no están de acuerdo. Con esta frase se encabeza el comunicado que el sindicato SAC -Swedens Workers Centralorganization- ha comenzado a distribuir a las puertas de los establecimientos de la multinacional en el país nórdico y a través de Internet. Responsables del SAC explican que la ley del silencio impera en Ikea y que algunos de sus representantes han sido presionados por protestar ante los planes de la compañía para ampliar los horarios de los turnos de trabajo y reducir los descansos para aumentar la productividad. ¿A qué coste quieres tener mobiliario barato?, preguntan en su escrito.

La protesta se ha originado en Torsvick, donde la compañía dirigida por la familia Kamprad posee almacenes y un gran centro de distribución que emplea a unas 600 personas, y donde uno de los representantes del SAC fue expedientado por escrito por protestar ante la negativa de la dirección a dejarle colgar sus reivindicaciones sindicales en una pizarra.

Reivindicaciones que surgen después de que la compañía haya anunciado la puesta en marcha de unos nuevos horarios de trabajo que aumentan los turnos y eliminan días libres y los llamados minidescansos. Una opción que a juicio del SAC aumenta la peligrosidad de un trabajo que implica el uso de maquinaria y el traslado de objetos pesados entre uno y sesenta kilos.

Sin embargo las denuncias del SAC no se limitan al nuevo plan de trabajo sino al modo que tiene Ikea de silenciar las críticas y a su política antisindical. Sus delegados explican que la empresa cuenta con un sindicato propio pero que ellos no forman parte del mismo puesto que en el convenio colectivo alcanzado se renuncia por escrito al derecho a huelga.

La protesta del SAC se ha escenificado en Suecia con el reparto de octavillas a la entrada de algunas de las tiendas durante estos últimos dos fines de semana y de la misma se han hecho eco los medios de comunicación. IKEA exige total silencio y que no se la critique. Un silencio tanto en los almacenes como en las tiendas. La gerencia ignora descaradamente otros puntos de vista distintos al suyo. Las críticas son silenciadas.

Para garantizar la obediencia, toda la gente que tiene algún tipo de puesto de poder realiza en secreto cursos y no pueden revelar la información que aprenden en ellos, denuncia el SAC a través del comunicado que circula por Internet.