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Las relaciones entre EE.UU. y Rusia no viven "tiempos fáciles" |
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En las últimas semanas, y ante el creciente enfrentamiento diplomático entre Moscú y Washington, analistas, políticos y medios de prensa, han comenzado a acuñar el concepto de una "nueva guerra fría". Cabe recordar que la llamada "guerra fría" enfrentaba a occidente, encabezado por Estados Unidos, con el bloque de países socialistas, encabezados por la Unión Soviética, y no se trataba de una disputa de mercados, sino de dos sistemas de concepción de la sociedad. Esta nueva disputa entre Moscú y Washington, es una pelea entre dos potencias capitalistas, una dominante, y otra que comienza a extender su poder. El campo de enfrentamiento entre ambos gobiernos van desde Europa al Asia Central e involucra las relaciones de ambos con las naciones árabes y productoras de petróleo. Luego de asumir la presidencia en el 2000, Vladimir Putin, con el petróleo como instrumento geopolítico-económico estratégico, puso en marcha su proyecto de relanzar a Rusia como la gran potencia del siglo XXI. Moscú sostiene que EE.UU. y sus socios de la Unión Europea, utilizando la fachada de organizaciones no gubernamentales (ONGs), vienen realizando una campaña desestabilizadora contra Rusia y sus aliados en el espacio que antes correspondía a la Unión Soviética. En la reciente visita de la Secretaria de Estado, Condolezza Rice, a Moscú, quedó en evidencia que las relaciones entre ambos países siguen tensas aunque las declaraciones posteriores a la visita intentaron quitar presión. De todas maneras, la desconfianza estuvo presente en temas como seguridad y cooperación económica. Rice insistió en que no permitirá que Rusia bloquee la construcción de un escudo antimisiles. Moscú y Washington acordaron "moderar su tono en público y concentrarse en asuntos concretos", manifestó a su vez el ministro de Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov. El ministro dijo también que ambas partes acordaron buscar una solución aceptable para todos sobre el problema de Kosovo, pero admitió que "esta solución no es perceptible de forma inmediata". Moscú no es partidaria de un reconocimiento de la independencia de aquella provincia de Serbia. Rice, en cambio, afirmó que "es muy importante reconocer que Kosovo nunca será ya parte de Serbia. Esto no es posible". Rice también cuestionó la política de derechos humanos de Moscú y señaló que "las cosas no cambian de la noche a la mañana pero, francamente, nos gustaría ver un cambio en Rusia más rápido de lo que están cambiando, y para mejor", añadió. Por otra parte, Rusia y EE.UU. tampoco acercaron sus posiciones sobre los planes de Washington para instalar elementos de un sistema de defensa antimisiles en Europa, proyecto que Moscú considera ofensivo. "No creo que nadie espere que Estados Unidos permita la imposición de un veto a los intereses de seguridad de América", dijo Rice y añadió que su país "necesita progresar, utilizando la tecnología para defender al Estado, y eso es lo que tenemos intención de hacer". EE.UU. pretende establecer una base antimisiles en Polonia y un centro de control por radar en República Checa como parte de su programa de Defensa Nacional de Misiles para 2011. Especialistas en materia de seguridad, señalaron que la base podría formar parte de los intentos de Estados Unidos para hacer frente a futuras amenazas de China y Rusia, pero sostienen que Moscú ya desarrolló la tecnología que le permitiría sortear el costoso proyecto de un escudo de defensa. "La solución de dichos problemas debe responder a los intereses de seguridad de todos los Estados de Europa. Por ello proponemos analizarlos tanto en formato colectivo, en particular en el marco del Consejo Rusia-OTAN, como de modo bilateral", dijo el portavoz de la cancillería rusa. La secretaria de Estado norteamericana rechazó por su parte el concepto de "guerra fría". "Como alguien que vivió ese período, como especialista, creo que los paralelismos sinceramente no tienen base alguna", afirmó. El ministro ruso de Exteriores, Serguei Lavrov intentó suavizar la disputa y sostuvo que "la crisis de que hablan los periodistas es, en gran medida, artificial". "No creo que la postura de Moscú hacia EE.UU. pueda calificarse como retórica hostil. Sería más correcto interpretarla como invitación a un diálogo más abierto sobre todos las cuestiones, especialmente, aquellas que dan origen a las discrepancias entre ambas partes. Siempre habrá cuestiones de este tipo", señaló el canciller ruso. Lavrov manifestó la convicción de que Washington y Moscú serán conscientes de "su responsabilidad por el futuro global" y dijo que esta circunstancia les obliga a seguir actuando como socios. Rice y Lavrov volverán a reunirse en Moscú en otoño próximo, junto con los responsables de Defensa de EEUU y Rusia, Robert Gates y Anatoli Serdiukov, para debatir otra vez el tema del escudo antimisil. "La guerra fría está en marcha" La guerra fría entre Rusia y Occidente está en marcha, afirmó en una rueda de prensa celebrada en Moscú, previo a la visita de Rice, el vicepresidente de la Academia de Problemas Geopolíticos, general Leonid Ivashov. El experto señaló como primer indicio de este conflicto el deterioro de las relaciones entre Estados Unidos y Rusia, en particular en la esfera política. La administración norteamericana trata de inmiscuirse en los asuntos internos de la Federación Rusa, sobre todo en el proceso político y en el de las elecciones, advirtió el especialista. Me parece positivo que la cúpula castrense rusa haya comprendido que es necesario dedicar más atención a la defensa del país, en vez de hacer declaraciones sobre la cooperación con Estados Unidos, agregó el general. Al referirse a Europa, el académico sugirió que además de la moratoria recientemente decretada por Rusia sobre el cumplimiento del Tratado de Fuerzas Armadas Convencionales (FACE), Moscú debe suspender la cooperación con la OTAN. Es necesario construir un nuevo sistema de seguridad, y sin dejarse arrastrar a la carrera armamentista, centrar esfuerzos en la búsqueda de respuestas asimétricas, dijo Ivashov ante los periodistas. Por su parte, y sin mencionar el término de guerra fría, en un informe presentado al Congreso norteamericano, el jefe de las fuerzas de la OTAN en Europa, el general Bantz Craddock, alerta sobre la influencia de Rusia. La creciente influencia de Rusia no responde a los intereses de seguridad de EEUU y la OTAN, indica el del general Bantz Craddock. "Las estrategias rusas de los últimos tiempos van en contra de la seguridad de Estados Unidos y de la Alianza Atlántica", reza el documento. "Siendo el mayor productor de gas natural en el mundo y suministrador clave de agentes energéticos al mercado europeo, Rusia ha mostrado estar dispuesta a aprovechar esa situación para imponer su voluntad a otros países", afirma el autor del informe. "La reciente táctica agresiva de Rusia respecto a Georgia y Ucrania suscita gran preocupación en cuanto a las intenciones de Moscú en materia de seguridad, y no está claro hasta qué punto Rusia podría emplear sus instrumentos energéticos o fuerzas armadas para lograr objetivos políticos", señala el documento./Ernesto Tamara |
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