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Políticos trasvertidos |
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escribe Simón Dicen que los izquierdistas que se reciclan y pasan a militar en la derecha son los más recalcitrantes. Esta semana dos personajes de la política europea han acrecentado ese prejuicio con los transformistas políticos e ideológicos. El Alto Representante para la Política Exterior y Seguridad Común de la Unión Europea (UE), Javier Solana, hace mucho tiempo militante del Partido Socialista Obrero Español (PSOE), inició esta semana una nueva gira por Medio Oriente tras los combates en Líbano y los bombardeos israelíes a Gaza. Antes de partir, Solana, declaró a los medios de prensa que iba a tratar de convencer a las partes para volver a la situación anterior. Lástima que no explicó a qué situación anterior, ya que como aseguraba Albert Einstein, todo es relativo. ¿Anterior a los bombardeos de ayer?, pues hace tiempo que Israel bombardea los territorios palestinos. ¿A una situación anterior a la creación del Estado de Israel?, dificil de creer. ¿A la situación anterior a que Hamas ganara las elecciones palestinas en enero pasado?, es más probable. Solana es copartícipe del boicot de la Unión Europea a la Administración Nacional Palestina (ANP) que ha provocado caos, hambre y desesperación en la población. El socialista que buscaba transformar la sociedad, ahora sólo quiere un dudoso status quo. En el transformismo político no le queda a la zaga el actual presidente del Consejo de la Unión Europea, José Manuel Durao Barroso. Cuando los claveles rojos engalanaban los tanques de la revuelta militar que acabó con el gobierno fascista portugués, y abrió las puertas a la independencia de las colonias portuguesas en Africa, Barroso militaba enfervorizadamente en el Partido Comunista maoísta. Ahora preside el centro del gobierno neoliberal europeo. En ese caracter participó en la reciente cumbre de Samara entre Rusia y la UE. La reunión ya estaba condenada al fracaso por el veto de Polonia a cualquier negociación. «Hemos tenido ocasión de decir a nuestros interlocutores rusos que una dificultad para un Estado miembro es una dificultad para toda la comunidad europea», aseguró Barroso. «El problema polaco es un problema europeo. Es muy importante, si uno desea mantener una cooperación estrecha, entender que la UE se basa en el principio de solidaridad». Curiosamente, la Unión Europea cuestionó a Rusia por sus escasos avances en los derechos humanos, y se proyectó como defensora de los mismos en toda su acepción. Lástima que Barroso, antes de solidarizarse tan abiertamente con Polonia, no hubiera escuchado o leído a las declaraciones del viceprimer ministro y ministro de Educación de Polonia, Roman Giertych, al referirse a una manifestación en Varsovia por los derechos de los homosexuales. En su discurso en una contramarcha, Giertych exclamó Estoy aquí para oponerme a los acontecimientos de ayer, cuando marcharon por las calles asquerosos pederastas, muchos de ellos llegados de otros países con el propósito de imponernos su propaganda homosexual. ¿Estará el viejo maoísta de acuerdo con el ministro polaco, aunque sólo sea por solidaridad europea?. Los izquierdistas que se vuelcan al centro pasan a ser de derecha sin medias tintas. |
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