Escribe Ernesto Tamara.
Ya definidos los principales candidatos de la oposición para las elecciones presidenciales de octubre, el oficialismo no ha revelado claramente quien será el candidato, aunque el presidente Néstor Kirchner asegura cada vez que se le consulta, que será "pingüino o pingüina", es decir que puede optar por la reelección o que su esposa, la senadora Cristina Fernández, será la propuesta. Sin embargo todo apunta a que será "pingüina".

El presidente Néstor Kirchner, que en la última encuesta aparece con un 63% de simpatía -dos puntos más bajo que hace un año- sigue dando pasos para asegurar la continuidad del proyecto político que inició, ya sea asegurando su reelección o la elección de su esposa como presidenta, y dando pasos para crear, fortalecer un desarrollar un espacio político propio.

En ese sentido se ha visto fortalecido en las elecciones provinciales, Catamarca y este domingo en Entre Ríos, donde ganaron los candidatos "k", partidarios del presidente. En ese esfuerzo por mantenerse al frente de las intenciones de voto, Kirchner no quiere dejar ningún frente conflictivo sin abordar. Así reaccionó rápidamente con el conflicto de los pilotos de las aerolíneas que se negaban a volar al denunciar inseguridad en los aeropuertos y el no funcionamiento de los radares.

El presidente quitó a la Fuerza Aérea el manejo de la seguridad de los aeropuertos, resolvió comprar 15 nuevos radares y alquiló dos mientras llegan los nuevos. Al mismo tiempo, salió a enfrentar a los candidatos ya anunciados. En declaraciones el pasado fin de semana, Kirchner acusó a los dirigentes de la oposición de querer "llegar al gobierno fundiendo de vuelta a la Argentina" y reiteró que el candidato oficial para las elecciones de octubre será "un pingüino o una pingüino".

Algunos todavía sueñan con los enviados del FMI que venían a tirarnos de las orejas", advirtió Kirchner sin dar nombres, tras lo cuál subrayó que "el Fondo Monetario es historia porque le pagamos (la deuda) y le dijimos 'chau, chau, no nos hagan más daño, ya no podés".

Kirchner embistió duro contra los dirigentes de la oposición, les preguntó "por qué quieren llegar al gobierno fundiendo de vuelta a la Argentina, si ya la fundieron ellos cuando estuvieron" y les reclamó que "tengan una propuesta superadora" y que "cualifiquen el debate".

Dijo que "lo único que esperan es el fracaso" del país, les aconsejó que "se queden tranquilos porque en octubre tendrán la oportunidad y el pueblo dirá si quieren volver atrás o profundizar el cambio" y ratificó que "en el marco de la concertación vamos a tener un pingüino o una pingüina para que gobierne el país".
"Que se queden tranquilos que nosotros somos demócratas por excelencia, y allá en octubre, todavía falta mucho, van a tener la oportunidad de ir a las urnas, como corresponde y el pueblo dirá si quiere volver para atrás o quiere profundizar el cambio", sentenció el mandatario.

El jefe de Estado dijo que "los mismos que ayer fundieron y quebraron la Argentina hoy nos piden que solucionamos en cuatro años lo que ellos destruyeron en 50 años".

"Nos enseñaron que ser buen dirigente era ser alcahuete de los intereses multinacionales y no defender los intereses de la Patria. Que el dirigente más inteligente y preparado era aquel que se arrodilla e inclina con los intereses que nada tienen que ver con los argentinos", denunció.

Será pingüina
El proyecto político del presidente Kirchner fue formando durante su presidencia. Cabe recordar que en 2003 apareció como el candidato impulsado por el entonces presidente Eduardo Duhalde, en oposición al ex presidente Carlos Menem. En las elecciones de entonces sólo obtuvo poco más del 20% de los votos, y en segundo lugar detrás de Menem. El ex presidente se retiró en la segunda vuelta al tener la certeza de que no lograría acuerdos políticos para competir con posibilidades.

Desde entonces, Kirchner rompió con Duhalde y fue mostrando un perfil propio dentro del peronismo, que lo llevó a tener un alto respaldo popular durante casi todo su mandato. Sin embargo, la estructura peronista en todo el país, lo llevaron a muchos compromisos no deseados, y desde hace tiempo se ha puesto la tarea de conformar una organización política para emprender un proyecto a largo plazo.

Para organizar este partido o movimiento político, Kirchner está dispuesto a dejar de lado la reelección inmediata. Considera que no puede emprender las dos tareas al mismo tiempo. Según los pasos que ha dado, las declaraciones de sus allegados, para las elecciones de octubre la candidata será Cristina Fernández, y espera así organizar su espacio político y con una buena administración de Fernández, ser reelecto en el 2011.

Por lo pronto, Cristina Fernández ya tiene trabajando un equipo de campaña bajo la conducción del titular de la Secretaría Legal y Técnica, Carlos Zannini, un funcionario de estrecha confianza del presidente, y diferentes dirigentes kirchnistas, proclaman abiertamente la candidatura presidencial de la "primera dama".
"Tenemos que ver cuál es el destino que nosotros queremos para nuestra Patria, con Cristina Kirchner como abanderada y jurando como presidenta el próximo 10 de diciembre", señaló el diputado oficialista Carlos Kunkel en un acto partidario hace tiempo.
"Queremos cambiar el gobierno, pero no el proyecto nacional. Por eso vamos con Cristina en las elecciones", dijo el vicejefe de gabinete bonaerense, Emilio Pérsico.
Durante un acto partidario, también expresaron su apoyo a la "primera dama" el vicepresidente y candidato a gobernador bonaerense, Daniel Scioli, y el ministro de Educación y candidato a alcalde de Buenos Aires, Daniel Filmus.

La oposición dividida
Hasta ahora se han presentado tres candidatos de la oposición para las próximas elecciones presidenciales. La pasada semana se concretaron las candidaturas de Elisa Carrió y Ricardo López Murphy que se unieron a la ya anunciada del ex ministro de Economía, Roberto Lavagna.

Elisa Carrió renunció a su escaño de diputada nacional así como a su afiliación a su partido, el ARI, y finalmente será candidata a presidenta por la coalición cívica abandonando su postulación a jefe de gobierno porteño. Carrió busca congregar a un espectro de izquierdas en esos comicios. Con respecto a las especulaciones que hizo de presentarse a Jefa del gobierno de la Capital, Carrió aseguró: "Voy a ser candidata a presidente. Yo nunca cambié mi palabra, sólo dije que lo iba a pensar para mover el tablero político de la Capital".

Por su parte, Ricardo López Murphy confirmó en una emisora de radio su participación en los comicios al asegurar que "voy a ser candidato a Presidente". López Murphy aspira a atraer al electorado centrista así como a los sectores cercanos a Mauricio Macri. Atacó duramente a los Kirchner : el "sistema monárquico que impuso la pareja gobernante necesita ser desafiado claramente, y esto no puede ser hecho por la versión aguada de ese mismo modelo de poder". En 2003, López Murphy ya fue candidato a la presidencia y reunió 3.142.848 votos, el 16,35% del total. Quedó tercero, detrás de Carlos Menem (24,34%) y Néstor Kirchner (21,99%).
López Murphy y Carrió se unen a Roberto Lavagna en el intento de forzar una segunda vuelta para derrotar al kichnerismo. López Murphy deshechó cualquier posibilidad de acuerdo con Carrió y Lavagna: "en la oposición va a haber tres espacios: el de Elisa Carrió que será candidata a presidente, el duhaldismo-alfonsinismo con Lavagna, y nuestro sector".

Por otra parte, los partidos de izquierda siguen conversando sobre la posibilidad de una candidatura común, aunque parece poco posible llegar a un acuerdo.