No a la guerra
El sábado 17 de marzo se cumplen cuatro años desde el inicio de la ocupación estadounidense en Irak. Con motivo de esa conmemoración, se realizarán manifestaciones antibélicas en todo el mundo ese día. En Estocolmo realizaremos una manifestación contra la política bélica de EE.UU., bajo el lema "EE.UU. fuera de Irak".
Convocamos a una concentración en Norra Bantorget el sábado 17 de marzo desde las 13 hrs.
Desde allí saldrá una marcha rumbo a la plaza de Raoul Wallenberg.
Posteriormente, una delegación se dirigirá a la embajada estadounidense para hacer entrega de una declaración de protesta.
¿Por qué convocamos a la manifestación?
· En lugar de disminuir la cantidad de tropas estadounidenses, se incrementa la agresión bélica tanto en Irak como en Afganistán.
· EE.UU. bombardea a Irak sin tregua. Cada semana llegan informes de la cantidad de civiles que han muerto producto de los bombardeos.
· EE.UU. y sus "aliados" allanan y encarcelan a personas presuntamente culpables de resistir a la ocupación. En distintos campos de prisioneros hay un total de 30000 irakíes, encarcelados sin juicio y sin derecho a defensa legal.
· El pueblo irakí sufre bajo la ocupación estadounidense. Muchos han muerto a consecuencia de las torturas. Se asesinan a intelectuales irakíes, a profesores, periodistas, mujeres.
· La Casa Blanca se está preparando militarmente para una agresión a Irán. Se aumenta en forma considerable la presencia de buques de guerra y soldados en el Golfo Pérsico. Nosotros nos manifestamos contra esos preparativos bélicos.
· Desde hace 6 años se mantienen prisioneros en Guantánamo, violando leyes y tratados de derecho internacional. En ese campo de concentración hay cientos de prisioneros, que son víctimas de constantes maltratos. Estos hechos no son dados a conocer por los medios de comunicación convencionales, que sólo repiten los guiones dictados por el imperio.
Es necesario dar a conocer la verdad, concienciar a la opinión pública mundial sobre el sufrimiento del pueblo irakí, y los planes hegemónicos de imperio estadounidense.
Te esperamos el sábado 17 de marzo, a las 13 hrs, en Norra Bantorget.
Es hora de manifestarnos todos contra la locura de la guerra.
Organiza: Red contra la guerra (Nätverket mot krig)

Otras manifestaciones contra la guerra en Irak
El sábado 17 de marzo a las 13 horas se realizará en Gotemburgo, Götaplatsen. En Malmö el sábado 17 de marzo a las 11 horas, en Gustav Adolf torg. En Lund el viernes 16 de marzo a las 15 horas en esquina de Gleerups. En Jönköping a las 12 horas, Östra Storgatan y Borgmästargränd. Östersund, a las 13 horas, Storget. En Varberg, a las 11.30 en Brunnsparken.

Los suecos se oponen a los planes de privatización del gobierno
Solamente uno de cada tres suecos apoya los planes de privatización del gobierno, el cual vendería las participaciones del Estado en seis grandes compañías suecas, reportó la agencia sueca de noticias TT.

De los entrevistados por la firma encuestadora Sifo, 44 por ciento dijo que se oponen a la venta.
El gobierno sueco presentó el viernes una iniciativa de ley al parlamento nombrando a las seis compañías, pero no indicando si vendería todos sus intereses en ellas o solamente una parte.

Se espera que las ventas generen 150.000 millones de coronas (21.240 millones de dólares) al Estado sueco en el curso de los próximos tres años.

Pero en el sondeo de Sifo, el cual fue publicado hoy, solamente hubo apoyo a la privatización por parte del 33 por ciento de las 1. 000 personas entrevistadas. Alrededor de 23 por ciento dijo que no sabía si los planes eran buenos o malos.

Las compañías en las cuales el Estado venderá todo o parte de sus intereses están la operadora de telecomunicaciones Telia-Sonera, el grupo bancario Nordea, la bolsa de valores OMX, la manufacturera de vinos y licores y propietaria de la marca Absolut, Vin & Sprit, la compañía de bienes raíces Vasakronan y la hipotecaria SBAB.

¡Los soldados suecos no tienen nada que hacer en Afganistán!
El siguiente manifiesto se lanzó el 28 de febrero en Estocolmo. Fue publicado por el periódico Aftonbladet y la lista de los primeros 500 firmantes se publicó en el diario Dagens Nyheter. Entre los primeros firmantes podemos destacar el nombre de Thage G.Peterson, antiguo ministro socialdemócrata de Defensa y del conocido actor y director de cine Hans Alfredson.

¿Adónde va Suecia? Desde finales de 2001, principios de 2002, Suecia tiene tropas en Afganistán. 250 hombres forman parte de la Fuerza internacional de asistencia para la seguridad (ISAF), dirigida por la OTAN. El gobierno está intensificando el compromiso militar sueco.

Protestamos contra la participación de Suecia en la guerra de Afganistán. Es contrario a la tradicional política de neutralidad sueca y está en contra de 200 años de política exterior pacífica. En la práctica, Suecia, por primera vez en la historia moderna, ha sido llevada a una guerra en la que los derechos humanos son violados cada día y en la que mueren civiles por los bombardeos diarios.

Los EE.UU. han declarado sin tapujos el no respetar la Convención de Ginebra en Afganistán y por lo tanto, como potencia ocupante, han impedido que los criminales de guerra sean juzgados. La ISAF no es una fuerza de las Naciones Unidas sino de la OTAN, la cual, desde 2006, se hace cargo de la guerra de los EE.UU "contra el terrorismo".

Los afganos no necesitan más soldados extranjeros. Necesitan alimentos, ropa, vivienda, cuidados médicos y ayuda para la reconstrucción. Los 300 millones de coronas que Suecia dedica cada año a las tropas en Afganistán deberían ser utilizados para aumentar drásticamente la ayuda civil.
Declaramos así:¡Retirar las tropas suecas de Afganistán, aumentar la ayuda civil!
Primeros firmantes: Hans Alfredson - Ronny Ambjörnsson - Bo Cavefors - Peter Curman - Thage G. Peterson - Tom Heyman - Peter Hjukström - Gösta Hultén - Stefan Lindgren - Eva Moberg - Birger Schlaug - Maj-Britt Theorin - Margareta Zetterström. (Traducido por José Luis Díez de Lerma)

El desalojo de un centro juvenil ocupado
Algo huele a podrido en Copenhague
Escribe Bruno Amoroso. El diálogo con las comunidades y movimientos va bien. Pero las decisiones están ya tomadas, y la paciencia tiene un límite. Así ha pensado y actuado el alcalde socialdemócrata de Copenhague. La historia, en suma, es ésta: un grupo de jóvenes ocupó en 1982 un edificio municipal vacío y lo transformó en centro social.
En 2000, el Ayuntamiento decidió vender el complejo [a una secta cristiana cercana a la extrema derecha] y ordenó el desalojamiento del mismo. Entretanto, el centro se había convertido en uno de los lugares de encuentro de los jóvenes y jovencísimos más politizados de Copenhague, quienes con una desarrollada autoconsciencia crítica y social se afirmaron en una posición de antagonismo respecto del clima cultural predominante en el país desde hace 20 años, que ve en la ciudad un organizado supermercado del comercio y de la diversión. Comenzaron las negociaciones. Los jóvenes reivindican el derecho de estar en el centro por ellos creado.

Luego viene la decisión secreta del desalojo. Con la creciente militarización del país a fin de combatir el terrorismo, la policía danesa se ha transformado en una fuerza antidisturbios. Y la mañana del pasado jueves primero de marzo, a las 7, la "casa de los squatters" es cercada por centenares de policías. El casos subsiguiente es inimaginable. Todos los presentes son arrestados. La noticia y la rabia se difunden por las escuelas y en toda la ciudad. Centenares de personas, muchos estudiantes con sus familias, se lanzan a la calle. Vienen luego choques y heridos. El portavoz de la policía de Copenhague define los incidentes como obra de "gangsters". A eso no se ha llegado subitáneamente o por azar, si se quiere comprender el porqué de la rabia de los jóvenes y de la intolerancia policial y de las autoridades. El país viene de una fase en la que se ha puesto el bozal; ha desarrollado formas terribles de presión psicológica, y ha puesto límites físicos a las protestas de los inmigrantes tras la publicación de las "caricaturas" [de Mahoma]. Para los daneses, pensar de otros modo se ve ahora con sospecha. Otras áreas de autonomía que habían destacado a este país como una isla de tolerancia y libertad han sido sofocadas. Cristiana, la célebre "ciudad libre de Christianhaguen" se ve invadida a diario por la policía con el pretexto de la lucha contra la droga, la cual puede encontrarse en cualquier sitio de la ciudad, también en las discotecas y en los clubs de "gente bien".

El intento es obvio. Estos antiguos cuarteles habitados por jóvenes y menos jóvenes se encuentran hoy en los lindes de la nueva (y fea) construcción de la Ópera de Copenhague regalada ala ciudad por el magnate de los transportes marítimos, el hombre más rico del país. Ello es que el espacio de la "ciudad libre" ha de servir para los estacionamientos y albergues que tienen que vender Copenhague a los turistas. Pero tampoco en escuelas y universidades es mejor el clima de represión después de la reforma universitaria que ha conferido carácter de empresa a las universidades y conducido finalmente al redil a aquella "oveja negra", verdadera célula roja del pensamiento crítico, que era la Universidad de Roskilde. En conclusión, pues, la fábula del patito feo de Andersen está en vías de alterar su final: los milagros de la naturaleza han dejado de estar a la orden del día. Bruno Amoroso es un periodista que colabora regularmente con el cotidiano comunista italiano Il Manifesto.