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Respuesta de Mikael Wiehe a Sydsvenskan
Cuba es el único país de América Latina
que ha defendido los derechos humanos

 

Cuba tiene derecho a preservar su independencia nacional y este derecho necesita ser apoyado. La resistencia cubana contra Estados Unidos ha tenido un precio muy alto, escribe el conocido cantante y músico sueco Mikael Wiehe en relación a una nota editorial aparecida en diario Sydsvenskan (2002) donde se le atacó por apoyar a Cuba en una actividad de solidaridad en Malmö. Esta es la versión completa de la respuesta de Wiehe, que Sydvenskan publicó en forma recortada el pasado 21 de febrero.


Como se sabe, democracia significa gobierno del pueblo. Y yo estoy por la democracia.


Cómo se instrumenta ésto en la práctica no es un problema sencillo. ¿Debe ser la democracia representativa o indirecta? ¿Cómo se ha de votar? ¿Puede una campaña electoral ser financiada por organizaciones o empresas? ¿Tiene el presidente de Venezuela Hugo Chávez con 67 por ciento de los votos mayor legitimidad que el presidente de Estados Unidos con 25? etc. Estos temas también se discuten en Suecia.


Pero, como dije, me gusta la democracia en oposición por ejemplo a la teocracia religiosa y apoyo el principio que el poder debe surgir desde abajo -"surgida del pueblo mismo" como se denomina en la Constitución sueca- y no desde arriba, ni de Dios ni de la oligarquía, y pienso que es correcto que los intereses de la minoría deban estar sometidos a los de la mayoría.

Pero por otra parte, soy profundamente escéptico con una parte de aquellos que dicen defender la democracia. Demasiado a menudo me parece haberlos oído y visto actuar de acuerdo a sus propios intereses, defender privilegios sociales y económicos propios o tomarse el derecho a utilizar a otras personas o países en su beneficio.

Y esto es válido no menos para la élite que gobierna Estados Unidos desde que el presidente Dwight Eisenhower a finales de los años 50 advirtiera sobre el creciente poder que iba adquiriendo el complejo militar industrial. Esa élite a partir de la posguerra en nombre de la democracia ha depuesto líderes y gobiernos, y apoyado diferentes formas de dictaduras en la mayoría de los continentes: En Asia por ejemplo, en Irán, Indonesia y Vietnam; en Africa, en Ghana, Sudáfrica y Zaire (actualmente Congo) y otros países más; en Europa, Grecia, España y Portugal. Más claro ha sido quizás en América Latina, donde en los 70 Estados Unidos puso en el poder juntas militares prácticamente en la mayoría de los países del sur del continente. Juntas que más o menos activamente fueron apoyadas desde Estados Unidos, que asesinaron, torturaron y obligaron al exilio a millones de personas. Sin olvidar a los que por causa de las políticas económicas aplicadas fueron expulsados a vivir en barrios marginales, sometidos a la pobreza, las enfermedades, a una casi inexistente educación y a muertes prematuras.

Y ésto Cuba lo ha podido evitar. En parte gracias a la revolución que bajo el liderazgo de Fidel Castro triunfó en 1959 y que acabó con el status que tenía Cuba de ser el burdel de Estados Unidos en el Caribe, recuperando la autodeterminación nacional, no menos por la resistencia que ha hecho contra la política de agresión que los gobiernos norteamericanos llevaron adelante contra el país desde ese momento. Una política que ha comprendido desde la propaganda, la amenaza y un bloqueo comercial de 40 años (que la Asamblea General de la ONU condena todos los años), hasta intentos de invasión, guerra química y biológica y planes de asesinatos contra Fidel Castro y otros líderes revolucionarios.


A pesar de las presiones de Estados Unidos, Cuba ha podido alcanzar el índice más alto de esperanza de vida en ambas Américas, Norte y Sur. Cuba tiene el mejor sistema de salud para su población en el continente y permite a sus médicos dar atención gratuita en muchos países -principalmente en América Latina- últimamente en Venezuela donde lo que se ha denominado Operación Milagro le ha devuelto la visión a miles de enfermos afectados de cataratas. Cuba también ha desarrollado altamente su sistema de enseñanza -abierto también para estudiantes extranjeros- y viviendas para todos. El analfabetismo no existe en Cuba. Su trabajo por la preservación del Medio Ambiente ha sido premiado por Naciones Unidas.
Esta es la Revolución Cubana que yo quiero defender.

La resistencia contra Estados Unidos ha tenido su costo. El precio entre otras cosas ha significado pobreza material, una tupida burocracia, un cerrado y en parte militarizado aparato de Estado, una censura de noticias exteriores, líderes revolucionarios que no se han animado a dejar el poder, una profunda diferencia entre los cubanos en Cuba y los exiliados en Miami y una gran desconfianza contra los que se han animado a criticar la revolución. Fidel Castro mismo ha expresado ésto cuando dijo: " Dentro de la revolución todo, contra la revolución nada". Personalmente creo que la medida más importante que debe tomarse para mejorar la situación de los cubanos de las dos orillas del Estrecho de la Florida, es el levantamiento inmediato y sin condiciones del bloqueo económico de Estados Unidos contra Cuba.

Cuba no es ninguna democracia parlamentaria europea, no. Pero Cuba entiende que a través de las diferentes organizaciones de masas ha construido otros canales para satisfacer la influencia popular y yo no puedo decir en forma categórica si ésto es un experimento de democracia directa o un intento de control de la población. Creo de todas maneras que el apoyo que tiene el actual sistema en Cuba y Fidel Castro personalmente se acerca más al que tiene el presidente Chávez, del que posee Bush en Estados Unidos. Si yo fuera uno más entre los millones de pobres oprimidos, uno entre las explotadas víctimas del neoliberalismo -en el llamado sector de la economía informal- y que hoy venden baratijas en medio de los semáforos de las grandes metrópolis del continente, infectadas por el olor a gasolina, seguramente Cuba sería el país de mis sueños. Como persona crecida y educada en un país europeo, de democracia parlamentaria y perteneciente a la parte más rica de la población mundial, prefiero vivir en un país como Suecia que no ha sido objeto nunca de un bloqueo económico o de una invasión militar y que a pesar de sus injusticias y falencias me ofrece una mayor libertad personal. Por eso no quiero mudarme a Rusia- como me llamaron a hacerlo en los años 70, o a Cuba- como ahora me exhortan.

Según Amnesty hay en las cárceles cubanas 69 presos llamados de conciencia, personas que están presas por sus opiniones. ¡Cada uno de esos presos están de más! Pero debe decirse también a propósito, que los regímenes apoyados por Estados Unidos durante los años 60 y 70, mataron en Argentina 30.000 personas, también muchos miles en Chile, Uruguay, Brasil, Nicaragua, El Salvador, Guatemala, sólo para recordar algunos ejemplos. Sin contar a los que fueron presos, torturados o tuvieron que exiliarse.


A la luz de ésto es que entiendo que puedo decir que Cuba es el país de la región que en los últimos cuarenta años mejor ha defendido los derechos humanos.

Pensando en las imágenes que se han mostrado de la cárcel de Abu Ghraib en las afueras de Bagdad y en los testimonios que existen entre otros, de la cárcel de Baghram en Afganistán y de ex-presos de la Base de Guantánamo, no es una exageración aseverar que las peores violaciones contra los derechos humanos que se han cometido en Cuba, son las que se producen en la base militar de Guantánamo.


Por eso considero que es especialmente importante apoyar el derecho de Cuba a su independencia nacional, más ahora cuando la administración Bush ha reforzado el bloqueo, designó un emisario especial para "fomentar la transición de Cuba a la democracia", amenaza abiertartamente con una invasión y como consecuencia quiere transformar a Cuba en un nuevo Irak.


Por ésto es que voy a cantar tres canciones en la fiesta de solidaridad con Cuba que tendrá lugar en Ungdomens hus, el viernes a las 19 horas. ¡Bienvenidos!
Mikael Wiehe
20 de febrero de 2007



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