Escribe Cándido
Como en el incrédulo del cuento- que bien podría personificarse en el presidente Bush- , que parado frente a la jaula de la jirafa exclamó: "ese animal no existe", los neocon del gobierno "burgués" siguen "mirando para otro lado" cuando unos centenares de metros de una ruta de gran tránsito comercial y turístico del territorio desaparece súbitamente, o cuando la superficie del país se reduce porque durante la noche el oleaje del mar se tragó un pedazo.

Naturalmente la presión popular que comienza a asumir lentamente la gravedad del problema, obliga a que los gobernantes no puedan eludirlo. Al menos en su agenda de discusión. Pero del dicho al hecho sigue habiendo un gran trecho. Y es útil recordar aqui, cómo el tema del calentamiento del planeta y la responsabilidad del hombre al respecto, fue un tema inexistente en la campaña previa a las elecciones del pasado año.

Como la agenda de debate la pusieron los medios, incluido el denominado public service, y la asociación de empresarios, todos ellos decididos partidarios de un "cambio de clima", político, tarea que no resultó muy difícil dada la coincidencia de Göran Persson con esos propósitos, el tema del verdadero cambio climático, estuvo ausente.. De una de las más trágicas consecuencias de este, el tsunami en la costa asiática, la única preocupación fue poner evidencia el manejo burocrático y desaprensivo de los responsables directos del gobierno anterior, en la atención de los suecos y familiares, víctimas de la catástrofe. Con una finalidad estrictamete electoral.

Lo que todavía sigue ocurriendo, aunque no ya para ganar las elecciones sino para desviar la atención de los primeros "100 días" del gobierno "burgués" que ha sido descalificado en cinco encuestas de opinión consecutivas. Frente a los "accidentes" mencionados líneas arriba, a los que habría que agregar las pérdidas causadas por el huracán "Per" en los bosques de la región sur, los días de interrupción del suministro de energía, del servicio teléfonico, todos ellos en manos de compañias privadas, claro está, así como las inundaciones, todo lo que ha afectado a cientos de miles de hogares, no ha habido ninguna medida concreta para disminuir la contaminación de los derivados del carbono, identificados por los expertos, como la principal causa del calentamiento global. Los intereses del mercado todopodero siguen estando antes que la vida de las especies vivientes, la de cada uno de nosotros entre ellas.

Las ventas de automóviles menos contaminantes, cuya fabricación se había estimulado, han caído y el consumo desenfrenado de mercaderías basuras, deliberadamente de "corta duración" continúa en una suerte de orgía desenfrenada. Es la rueda que no puede parar porque de hacerlo el irracional "modelo de desarrollo" colapsaría. Ni siquiera una medida tan sensata como la puesta en práctica transitoriamente, con gran éxito por el anterior gobierno de la ciudad de Estocolmo, la creación de un impuesto para el ingreso de automóviles al centro de la capital, ha sido continuado. Ahora se anuncia que podría reactivarse en julio próximo. Todos recordarán que el actual ministro de Defensa Mikael Odenberg, fue un "activista" que con una pancarta en contra, montó guardia en los lugares donde se iban a instalar los puestos de control. Es el mismo ministro que, sin decirlo abiertamente, quiere enviar carne de cañon sueca al matadero de Afganistán. Mientras tanto los columnistas neocon de los grandes medios, y de la revista "de ficción" NEO que financian los empresarios, siguen repitiendo, como su mentor intelectual George W. Bush y el tonto del cuento "ese animal no existe".