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La conferencia de Chomsky, la más concurrida

 

Quizá fue una suerte haber podido oir a Noam Chomsky, el mismo día 31 de enero al comenzar el FSM cuando ofreció una larga conferencia de prensa en una sala atiborrada por cientos de periodistas en el Palacio de Gobierno de Itamaratí. Porque cuando quisimos ingresar al día siguiente, a la inmensa sala de la PUC donde hizo su intervención principal en el foro fue imposible, dado que ya estaba repleta con más de mil asistentes, y tuvimos que contentarnos con escucharle desde el amplio hall a través de las grandes pantallas de video dispuestas para subsanar la situación.

El tema al que se refirió el conocido lingüista, escritor y crítico de la política de Estados Unidos fue Las guerras y la paz en el mundo, donde atacó al neoliberalismo y a la política hegemónica y terrorista de su país. Para Noam Chomsky la reacción norteamericana luego del 11-S fue el pretexto que le faltaba para que la industria armamentista volviera a recibir la ayuda que deseaba, porque los gastos en el área militar ya habían crecido y teme que esta segunda guerra al terrorismo repita lo que ocurrió en los años 80 cuando montaron Estados mercenarios en América Central con el pretexto al combate a la subversión, ahora sería el terror, según una definición que existe en los manuales militares que sirve muy bien a los objetivos de la política de Bush.

La próxima etapa probable según Chomsky, sería la de reforzar la seguridad interna usando ese pretexto, dándole prioridad a los gastos para investigaciones en el área de las ciencias biológicas, un sector que los militares consideran importante. La población ignora lo que paga a cuenta de la industria bélica, que privatiza lucros y socializa los perjuicios. dijo, y explicó más adelante que los Estados nacionales han sido sustituídos por la tiranía privada, la que comanda el comercio y empobrece a los pueblos, son los señores del Universo, según una definición que hizo el Times de Londres y que yo prefiero también para designarles. Refiriéndose a la actual situación hizo mención a encuestas hechas en América Latina que señalan una creciente tendencia en algunos sectores de la población que no pone objeciones a un retorno a los regímenes militares, porque el neoliberalismo ha creado un descreimiento en la democracia formal, lo que Chomsky ve como una amenaza latente.

Expresó que la base de ese sentimiento en algunos, son las inmensas desigualdades ampliadas por el modelo impuesto y que en América Latina se aplicó con el mayor rigor, citando una frase de Joseph Stiglitz ex-vice presidente del Banco Mundial. Chomsky tuvo también una referencia a la vida interna en los EE.UU. luego de la elección robada de George W. Bush para la presidencia, que hace que tres cuartos de la población hayan considerado en las encuestas que todo fue una farsa de los dos grandes partidos y de los grandes intereses, y que impusieron en el pueblo la filosofía de futilidad que le desmoraliza.

Para el escritor norteamericano la desobediencia es el camino, no sigan las órdenes exhortó a los los miles de asistentes que le escuchaban en el auditorio de la PUC y pidió que sean discutidas nuevas alternativas económicas, considerando también que las protestas que se efectuaron en Quebec contra la reunión de cúpula que intenta implantar el ALCA fueron un triunfo, porque les obligó a ventilar lo que tramaban en secreto, tanto es así dijo Chomsky que, nunca fue citada en la plataforma política de ninguno de los dos candidatos de EE.UU.

Finalmente expresó, de que se debe defender una globalización en el sentido que lo querían los primeros socialistas, recuperar esa bandera para los intereses de la población, no la antiglobalización que propone Davos contra el movimiento social. Y agregó que Si no hay un mundo con paz, no habrá mundo. Defender una globalización fundada en los intereses de la población, representa un esfuerzo para que haya un mundo para nuestros nietos también.

 

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