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Los exabruptos del gobierno de Ricardo Lagos

 

escribe Eduardo Andrade Bone

La prensa chilena adicta al sistema, como una forma de bajarle el perfil a los escándalos de tráfico de influencias y corrupción, en que está involucrado el primer mandatario y funcionarios de alta jerarquía de su gobierno, no ha encontrado nada mejor que sumarse a las exigencias de la ultraderecha para que Galvarino Apablaza, ex integrante del Frente Patriótico Manuel Rodríguez, sea extraditado a Chile, después de haber sido detenido en Buenos Aires en noviembre pasado, acusado de una presunta muerte y un secuestro.

De allí que en el Chile farandulero, la orden a la prensa era poner en las primeras planas de las portadas el caso de Apablaza, porque dicho sea de paso, así se aprovecha de seguir impulsando una campaña indirecta en contra del Partido Comunista y el Pacto Juntos Podemos Más y se oculta así, el escandaloso tráfico de influencias existente en Chile.

Por ello, las declaraciones de derecha del gobierno de Ricardo Lagos, a través de su subsecretario del Interior, Jorge Correa Sutil, en donde ha manifestado su rechazo por la defensa y la solidaridad expresada con el ex dirigente del FPMR Sergio Galvarino Apablaza en el juicio oral por la extradición a Chile que se llevó a cabo en Buenos Aires, no es otra cosa que la concomitancia del gobierno con la ultraderecha chilena.

Correa Sutil, en sus declaraciones a la prensa local, ha señalado que en Chile están dada las condiciones para un juicio justo. Pero Sutil olvida que el poder judicial chileno, a través de diversos estudios y encuestas realizada, la mayor parte de los chilenos opina que la justicia de este país, en su mayor parte está corrompida y es poco confiable. También se apela a que el Estado de derecho, funciona en Chile, pero el subsecretario se cuida de decir que la Constitución del 80, o sea el estado de derecho al cual se alude, fue elaborada por la dictadura a espalda del pueblo soberano y aprobada en una consulta fraudulenta.

En esto, Jorge Correa Sutil, tiene plena coincidencia con Jovino Novoa, presidente de la organización ultraderechista UDI, cuando éste expresa que es un atentado a la honra de Chile, cuando se pretende cuestionar la existencia del Estado de derecho. Novoa es senador de la República, ha estado involucrado en presuntos casos de pedofilia y fue un activo colaborador de la dictadura, en donde ocupó cargos de ministro y fue cómplice de las violaciones de los derechos humanos bajo el régimen militar.

En sus chillidos Jovino Novoa sostiene: Me parece que eso es inaceptable, nosotros le planteamos al gobierno nuestra preocupación por este tema y le pedimos que hiciera uso de todos los recursos que tenga a su alcance, sean jurídicos o diplomáticos para impedir que la UDI sufra una afrenta. Si la justicia argentina o el gobierno de ese país niega la extradición sosteniendo que en Chile no hay un Estado de derecho nuestro país sería víctima de una grave afrenta. afirmó el pinochetista Novoa.

Como reza el refrán popular Dios los cría y el diablo los junta, puesto que Novoa agregó además que ellos, vale decir la UDI, trabaja con el Ejecutivo para evitar que se dañe la imagen internacional del país. Y claro, con los escándalos de corrupción y el tráfico de influencias que se ejerce desde el mismísimo palacio de gobierno, la imagen de la ultraderecha y la Concertación, no puede estar mejor. Pero el juicio oral a Apablaza le sirvió a Lagos y la Concertación, para ganar tiempo ante la oleada de denuncias por corrupción, que se han venido manifestando en Chile.

Galvarino Apablaza, antes de entrar en la audiencia del juicio oral, manifestó que su único crimen fue haber sido uno de los tantos chilenos que se opuso a la dictadura militar y condenó los intentos de Lagos y la ultraderecha, denunciando que en Chile no existen las garantías necesarias para juzgarlo.

El abogado argentino Rodolfo Yanzón y el abogado chileno Carlos Margotta, denunciaron que la única razón por la que se inició el trámite de extradición es su pasada militancia en el movimiento antidictadura y por tanto se trata de un perseguido político, al que ninguna evidencia lo incrimina en los delitos que se le pretenden imputar.

El reclamo que hace el gobierno de la Concertación se basa exclusivamente en cuestiones eminentemente políticas; que Apablaza está detenido y es reclamado sólo por haber pertenecido al FPMR. No tienen ningún tipo de evidencia como para relacionarlos con los dos hechos por los cuales lo han pedido, manifestó Yanzón.

El mérito de Galvarino Apablaza es haber luchando por el término de la dictadura y en ese sentido mostró ser un patriota a toda prueba, mientras que el presidente Lagos, el único mérito que tiene es haber indicado con el dedo al dictador en un programa de televisión, dedito que ahora debiera aprovecharlo para rascarse la picazón que le debe producir estar ligado de una manera indirecta al tráfico de influencias y la corrupción., en el caso Mop-Gate e Inverlink y otros.

Ahora que autoridad moral tiene la justicia chilena para exigir la extradición de Apablaza cuando en innumerables oportunidades se ha negado a conceder la extradición del ex criminal, dictador y ladrón Augusto Pinochet., por cierto que los corruptos y desprestigiados tribunales no son garantes de ningún juicio justo, cuando se trata de luchadores sociales como Galvarino Apablaza.

Ante el juicio oral que se llevó a cabo en la Argentina, ex rodriguistas viajaron a Buenos Aires con el objeto de entregar su testimonio, otros lo han hecho por exhorto. Mientras que el presidente del Partido Comunista de Chile, Guillermo Teillier, junto al rector de la Universidad Arcis Tómas Moulian, decidieron comparecer directamente en los tribunales argentinos, para demostrar que Apablaza nada tiene que ver con los hechos que se le imputan.

El juicio público se realizó en la Cámara Nacional de Casación Penal de Buenos Aires, en donde el juez Claudio Bonadío después de haber escuchado a las partes, el lunes pasado finalmente negó la extradición por no existir prueba convincentes y claras para que Apablaza pudiera ser procesado en los presuntos delitos que se le imputan. Al tomar su resolución el juez Claudio Bonadío ordenó la inmediata libertad de Apablaza. Entre otras cosas en su dictamen, el juez consideró en Chile no estará asegurado su debido proceso y que además no se cumplieron algunos requisitos previos a la ley de extradición.

Antes de conocer la sentencia, el también conocido como «Comandante Salvador» denunció que las «únicas cicatrices y manchas de sangre» que tiene son las de las «torturas» a las que fue sometido durante la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990). Apablaza habló durante casi una hora y reiteró que en Chile subsiste un «estado de impunidad», además de denunciar la existencia de un «pacto entre el Gobierno civil, la derecha pinochetista y los militares para no tocar a Pinochet».

Apablaza, de 54 años, consideró que fue sentado en el banquillo de los acusados por haber pertenecido al FPMR y al Partido Comunista de Chile, aunque destacó que es la «primera vez» que pudo defenderse en un juicio. El Gobierno argentino tiene aún pendiente una respuesta a una petición de refugio político que hizo Apablaza, que según dijo su abogado a la prensa hace unos días se resolverá de aquí a uno o dos meses.

Tal cual Pinochet, el presidente neoliberal Ricardo Lagos se encontraba ansioso por conocer el fallo de la justicia chilena sobre la solicitud de extradición de Galvarino Apablaza. En un tono pesimista y mal humorado expresó a la prensa que en todo caso es un fallo de primera instancia y por ende vamos a apelar a la Corte Suprema Argentina, afirmó el mandatario.

Mientras tanto en Chile, cotinúan los escándalos relacionados con el tráfico de influencias y la corrupción, en que se encuentra involucrado el probo Ricardo Lagos , funcionarios y ministros de alto rango de su gobierno y la propia ultraderecha chilena.



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