escribe Ricardo Daher

El ex presidente de Costa Rica, Miguel Angel Rodríguez, Secretario General de la Organización de Estados Americanos, renunció el pasado viernes, después de 23 días al frente del organismo, ante el reclamo del gobierno de su país, para que se presente a declarar ante la justicia, por acusaciones de corrupción durante su mandato. Aunque su asunción no había despertado demasiado interés en el continente, su renuncia vuelve a poner en el centro del debate una realidad que involucra a casi todos los gobiernos de la región: la corrupción.

El ex presidente de la llamada "Suiza centroamericana" (1998-2002) por su supuesta consolidada democracia, fue el primer centroamericano en llegar a la titularidad de la OEA, y el que menos duró, de los 8 secretarios del organismo creado en 1948 y que ha llegado a ser denominada "el Ministerio de las Colonias" por su permanente apego a los dictados de Washington. Este viernes 15, cuando concluya formalmente su mandato, un mes exacto después de haber sucedido al colombiano César Gaviria, se transformará en el segundo secretario general de la OEA en renunciar. "Priviligeo" que ha compartido con el argentino Alejandro Orfila. Orfila fue secretario general de la OEA en el período más negro de la historia continental, entre 1975 y 1984, y pocos meses antes de concluir su mandato, fue denunciado por el diario norteamericano, The Washington Post, de haber recibido 77 mil dólares de la empresa Grey and Company para que trabajara en mejorar la imagen de Jean Claude Duvalier, el tirano de Haití.

La renuncia

Rodríguez en una carta, escribió que conducir la OEA fue el "mayor honor" que pudo recibir de los países americanos, y sostuvo que, al ser "relacionado con una investigación sobre pagos a diversas personas efectuados por proveedores de entes públicos de Costa Rica", se le abrieron dos caminos: seguir en la OEA mientras se defendía o "separarme del cargo para consagrarme exclusivamente a mi defensa y la aclaración de los hechos ante las autoridades judiciales costarricenses". Su renuncia era reclamada a viva voz por el gobierno de Costa Rica, y por el embajador argentino ante la OEA.

Dos días antes de su renuncia, había afirmado que se mantendría en el cargo y había obtenido del Consejo Permanente una declaración de respaldo. Sin embargo, el embajador argentino en la OEA, Rodolfo Gil, y el embajador norteamericano, John Maisto, se habían pronunciado por la renuncia. John Maisto aseguró que "el criterio del gobierno de Estados Unidos es que estas cosas que han salido a la luz pública tienen que ser resueltas legalmente en Costa Rica, por los costarricenses".

"La posición argentina es muy clara", sentenció Gil. "El presidente Kirchner tiene una política muy clara hacia la corrupción. Y como éste no es un gobierno esquizofrénico, no puede ser duro fronteras hacia dentro y hacer la vista gorda fronteras hacia fuera. Creemos que el secretario general debe dar un paso al costado", dijo.

"Nosotros creemos que en política impera otra lógica. En política no sólo hay que ser honesto sino que hay que parecerlo", manifestó Gil, para quien las acusaciones en contra de Rodríguez "son fuertes". El mismo secretario general admitió haber cobrado dinero y "las excusas que dio no son muy sólidas", añadió Gil. Y resaltó que "el mismo presidente de Costa Rica que fogoneó su candidatura (al frente de la OEA) ahora le pide que se vaya. No es un opositor político quien se lo pide".

El presidente de Costa Rica, Abel Pacheco, exigió su renuncia para que volviera a su país para asumir su defensa. En una carta, el mandatario expresó: "Sin demérito del respeto al principio de debido proceso, en aras del buen nombre de Costa Rica y de la propia OEA, le solicito que se separe enseguida de la secretaría general y regrese al país a enfrentar las responsabilidades que corresponden".

Este viernes, el Consejo Permanente, deberá reunirse para analizar el texto de la carta de renuncia. Según la Carta estatutaria de la OEA, asumirá funciones provisionalmente el subsecretario adjunto, el estadounidense Luigi Einaudi, hasta que los cancilleres se reúnan y elijan a un nuevo secretario general.

La denuncia

La investigación sobre corrupción fue iniciada por el Fiscal General de Costa Rica, Francisco D´alanesse, después que una denuncia anónima, alertó a las autoridades bancarias sobre elevadas transferencias de dinero, casi 10 millones de dólares, realizadas entre una cuenta de la empresa francesa Alcatel y la Sociedad de Servicios Notariales Q.C., radicada en Costa Rica. Dichas transacciones tuvieron lugar entre marzo y octubre de 2003. La investigación arrojó que la cifra de 9,4 millones de dólares, fue un desembolso de Alcatel a Servicios Notariales Q.C., como resultado de ser favorecida sobre la empresa Ericsson en una licitación por 400 000 líneas para teléfonos celulares en julio de 2001, precisamente cuando Rodríguez era presidente de la república. Este negocio por un monto de 149 millones de dólares fue desarrollado por el Instituto Costarricense de Electricidad (ICE), dirigido en ese entonces por un viejo amigo de Rodríguez, José Antonio Lobo.

Investigaciones posteriores establecieron que Lobo otorgó a Alcatel, en sólo 38 días, el favorecimiento con la venia del propio presidente Rodríguez. Según declaró Lobo, el presidente le reclamó el 60% de la coima para avalar el negocio.

Así, Servicios Notariales Q.C, transfirió 2,4 millones de dólares hacia una cuenta a nombre de Jean Phil Gallup, esposa de José Antonio Lobo. Posteriormente se pudo establecer que Gallup depositó 2.1 millones de dólares en una cuenta en el BCT de Panamá y 350 mil dólares en el Saint George Bank. Con posterioridad, Gallup libró dos cheques a nombre de Lorena Clare, esposa de Miguel Ángel Rodríguez identificados por las cantidades de 30000 y veintiocho mil 83 dólares americanos. Todo este dinero, 58 083 dólares, fue invertido por Lorena Clare en negocios inmobiliarios. El 30 de agosto de 2003 se pudo determinar que Rodríguez recibió otros 81000 dólares mediante otra transacción a un banco norteamericano.

El propio Lobo reconoció haber entregado un poco más de 370 000 a Rodríguez, en forma directa.
Una vez hecha pública la denuncia, Rodríguez jura y perjura que sólo recibió 140 000 dólares de Lobo como un préstamo personal para financiar su campaña para secretario general de la OEA.

No es el único

La "democracia modelo" de Centramérica, que tiene el récord de que dos hijos de presidentes hayan llegado a la presidencia en los últimos 60 años (una especie de democracia con gobernantes hereditarios), también tiene bajo investigación por corrupción a dos ex mandatarios, y sospecha de otros.

La justicia está investigando al ex presidente Rafael Angel Calderón Fouriner (hijo del ex presidente Rafael Angel Calderón por una serie de irregularidades en un préstamo finlandés a la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS), destinado a la compra de equipo médico. Rafael Angel Calderón Fournier (1990-1994) tiene impedida la salida del país y las autoridades ya allanaron su bufete profesional, "Calderón y Asociados" por sus vínculos con el escándalo de la Caja.

Además, partidos de la oposición denuncian al actual presidente Abel Pacheco, por haber recibido financiación ilegal de empresas extranjeras, que realizan negocios con el Estado, para su campaña electoral.