escribe Fausto Rego - Rets (Redes do Terceiro Setor)
Para el coordinador nacional del Movimiento de los Trabajadores Rurales sin Tierra (MST), João Pedro Stédile, el Brasil vive una crisis de proyecto y de destino. En esta entrevista exclusiva, el líder campesino habló sobre el poder de los medios de comunicación. La gran prensa, en Brasil, sustituyó a los partidos ideológicos de la derecha-, sobre el desempleo - Vamos a organizar una gran jornada nacional por el derecho al trabajo -, y naturalmente, la reforma agraria - El gobierno Lula prácticamente no hizo nada por la reforma agraria en 2003.
Stédile defiende la construcción de un proyecto popular para el país, con la recuperación de los movimientos de masas, la participación activa de la población en la vida política y un mutirão * nacional de debate que envuelva a toda la sociedad civil organizada - por su parte el MST pretende invertir en la formación de sus militantes y en la consolidación de una coordinación de movimientos sociales. El proyecto popular significa reorganizar la economía y el régimen político, para que la producción y la riqueza estén en función de las necesidades de la población y no del capital, afirma
Rets - Usted afirma que la sociedad brasileña se encuentra en un estado de letargo y que depende de la revisión del modelo económico brasileño. En tanto hemos visto que diversos movimientos sociales y organizaciones de la sociedad civil, como ABONG (Asociación Brasileña de Organizaciones No Gubernamentales), se han posicionado de forma crítica al gobierno y a la propia conducción de la economía. ¿De qué forma, entonces, cree usted que la sociedad debe actuar para que tenga lugar esa transformación?
J.P.S. El Brasil vive una crisis de proyecto. Una crisis de destino, como nos enseñaron, [el sociólogo] Florestán Fernandes y [el economista] Celso Furtado. Desde la crisis del modelo de industrialización dependiente, la clase dominante brasileña intentó imponer el neoliberalismo. Pero él no consolidó como proyecto, pues es un proyecto de subordinación al capital internacional y, por lo tanto, niega la nación. Lo que es necesario es que la sociedad, a través de sus diferentes formas de organización social, como universidades, sindicatos, iglesias, movimientos sociales, haga un mutirão verdadero de debate sobre la salida de esta crisis de proyecto. Y esperamos que con ese debate se motive a apuntar a un proceso de ascensión del movimiento de masas, que significa que el pueblo salga de la expectativa, del letargo, y participe activamente de la vida política. Solamente esa movilización social podrá encontrar un nuevo rumbo para el país.
Rets - El MST defiende la revisión del actual modelo económico y la construcción de un proyecto popular para el país. ¿Cómo, exactamente, sería ese proyecto popular?
J.P.S. El proyecto popular significa reorganizar la economía y el régimen político, para que la producción y la riqueza del país estén en función de las necesidades de la población no del capital. Así, hoy, precisamos identificar las causas de los males sociales que transformaron nuestra sociedad en una de las más desiguales del mundo. Y ellas son la concentración de la riqueza, de la renta y de la tierra, la concentración y el monopolio de los medios de comunicación y la colonización cultural que las élites internacionales intentan imponer a nuestro pueblo. Un proyecto popular es la tentativa de enfrentar esa concentración. Y es el debate en la sociedad y con el pueblo el que va a dar los contornos a ese proyecto. Porque no se trata un ejercicio académico, teórico apenas, necesita ser incorporado al ideario del pueblo -de que es posible organizar nuestra economía y nuestra sociedad sobre otras bases.
Rets - Usted calificó la reforma agraria efectuada durante 2003 como una vergüenza. El gobierno prometió asentar un millón de personas en cuatro años. ¿Cree usted que esa promesa será cumplida? ¿Qué le parece el actual Programa Nacional de Reforma Agraria?
J.P.S. El gobierno Lula no hizo prácticamente nada por la reforma agraria en 2003. Pero tuvimos, por otro lado, durante todo el segundo semestre, un debate con el gobierno para construir un plan de reforma agraria. Entendemos que en la construcción de ese plan se enfrentaron tres propuestas, que también están presentes en la sociedad y el gobierno. El sector que quiere continuar con el neoliberalismo no da importancia a la reforma agraria y ha invertido recursos en el PPA (Plan Plurianual) de los próximos años para asentar apenas a 80 mil familias. Por otro lado, el profesor Plinio Arruda Sampaio (economista) reunió a más de 40 técnicos y estudiosos del propio gobierno, Ellos elaboraron un plan que estaría inserto en el proyecto popular, porque masificaría la reforma agraria y la utilizaría para cambiar el modelo económico, -que entonces estaría- centrado en la generación de empleos. Y por eso pusieron la meta de un millón: para poder afectar la concentración de la tierra y generar millones de empleos. Y, como resultado, tuvimos una alternativa que, a nuestra manera de ver, es apenas reciclar. El Ministerio de Desarrollo Agrario optó por una meta de 550 mil familias, siendo 400 mil por desapropiación. Y 150 mil serían por crédito agrario, que en rigor, no es reforma agraria.
Nosotros continuaremos luchando. Primero para que el compromiso de las 400 mil familias asentadas en los próximos años se cumpla, e inclusive para ampliarlo, pues sabemos que la velocidad y el volumen de la reforma agraria dependen de la capacidad de movilización de los trabajadores, ya que el gobierno dice tener voluntad política.
Rets - Del encuentro de lanzamiento del Relatorio de los Derechos Humanos en Brasil 2003 -el día 3 de diciembre en Río do Janeiro, un representante del preuniversitario de Rocinha, que estaba en la platea, le preguntó sobre la construcción de una alianza entre los trabajadores del campo y de la ciudad. Al responder sobre esa posibilidad, usted mencionó que el espacio principal que está siendo construido es el de coordinación de los movimientos sociales y dijo: en el aspecto de la formación de militantes, después la gente conversa. ¿Ustedes conversaron? ¿En qué cree usted que puede contribuir el MST con la organización de los movimientos comunitarios en las favelas, por ejemplo, y viceversa?
J.P.S. Conversamos, y vamos a marcar otras reuniones, para que se puedan programar cursos de formación de militantes en los que se reúnan los militantes del área urbana con los movimientos sociales del campo. También consideramos que el mejor espacio para ir construyendo esa alianza es la Coordinación de Movimientos Sociales, que estamos construyendo en todo el país.
Rets - EL MST es probablemente el mayor movimiento social de América Latina. Como lidiar con el crecimiento del movimiento sin perder la identidad y sin abrir espacios a oportunistas?
J.P.S. Manteniendo la fidelidad a nuestros principios y seguir priorizando la educación y la formación de militantes. Y nunca perder de vista que solamente la organización del pueblo es la que hace girar la rueda de la historia. En relación a los desvíos de oportunistas, solamente el colectivo, la organización social, es la que puede controlarlos y reeducarlos para una vida más digna.
Rets - Usted tiene una postura de crítica al comportamiento de los medios de comunicación y ya afirmó que la prensa brasileña es de una mediocridad y falta de ética a toda prueba. Ante eso, me gustaría preguntarle tres cosas: ¿esa crítica es exclusivamente para la gran prensa o vale también para los demás medios? ¿Qué le parece el tratamiento dado por la prensa a las noticias referidas al MST? Y, finalmente, ¿qué análisis hace usted de la cobertura sobre el gobierno Lula en nuestra prensa en comparación con lo que se hacía en los gobiernos anteriores?
J.P.S. Nuestra crítica se dirige a los medios de prensa de la clase dominante, de los ricos de Brasil, que tienen un verdadero monopolio sobre la televisión, los grandes periódicos y revistas. Y procuramos estimular y participar de todas las luchas y formas que ayuden a democratizar los medios de comunicación. Por eso apoyamos las radios comunitarias, apoyamos la televisión pública, apoyamos el diario Brasil de Fato y otros periódicos y espacios populares y de izquierda. La llamada prensa grande defiende ideológicamente solo los intereses de clase. La prensa grande, en Brasil, sustituyó a los partidos ideológicos de la derecha. La derecha se expresa no por el PFL o por el PMDB; se expresa en la gran prensa.
El tratamiento que esa gran prensa da al gobierno de Lula depende apenas de sus intereses de clase. Si el gobierno Lula toma una medida que les interesa, le adulan; si algún sector del gobierno toma una medida que afecta sus intereses, ellos lo condenan. Como hacen con frecuencia, por ejemplo, con el ministro de Ciencia y Tecnología, con el presidente del BNDES (Banco Nacional de Desenvolvimento Econômico e Social) y con los ministros de Itamaraty, sólo porque están contra el ALCA (Area de Libre Comercio de las Américas).
Rets El MST inicia en marzo una serie de actividades con el objetivo de movilizar a la población. ¿Cuáles serán esas actividades?
J.P.S. EL MST está siempre en movimiento, por eso es un movimiento social. Nosotros no nos basamos mucho en calendarios. Lo que nos mueve es la necesidad de resolver los problemas de las familias pobres del campo. Ahora estamos abocados con la Coordinación de Movimientos Sociales, que está preparando una gran jornada nacional, un verdadero mutirão, para primero debatir con la sociedad las causas del mayor problema social que tenemos, que es el desempleo. Vamos a organizar una gran jornada nacional por el derecho al trabajo, de desempleo cero. Eso tendrá lugar durante todo el primer semestre del año que viene.
Tomado del boletín digital del MST Letra Viva
* Mutirão Del Tupi motirô, Brasil. Refiere al auxilio gratuito prestado unos a otros por labradores de una localidad (en la cosecha, en la construcción de una casa, etc), reuniéndose y trabajando en forma conjunta.
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