Entrevista realizada por el semanario digital La Funa
En estos días abril, en Estocolmo se ultiman detalles en la planificación de trabajo del largometraje Imágenes de una muerte pasajera que trata la historia de un desaparecido político que despierta a la vida 30 años después de su muerte. Para interiorizarnos sobre los alcances de este proyecto, conversamos con el director y autor del guión, Daniel Villalobos.
Haznos una pequeña sinopsis de la película.
Imágenes de una muerte pasajera trata sobre dos jóvenes enamorados, Javier, actor y director de teatro y, Victoria, bailarina de ballet, que fueron apresados y luego hechos desaparecer, como tantos otros, durante los violentos sucesos del golpe militar en septiembre de 1973. 30 años más tarde son encontrados sólo los restos de él, y, a partir de ese hecho, Javier, despierta a la vida en el segmento de los muertos, y comienza a contar su historia. Sin embargo, el viajero viene carente de memoria de lo que ha sido. Sensorialmente busca a una muchacha de cabello claro: es Victoria, a la cual nunca más vio desde aquel fatídico día de su muerte. En un lugar remoto se encuentra con Amalia una anciana, que antaño fuera también actríz del mismo teatro donde trabajó él. Ella, convertida en su mentora lo conducirá por distintas estaciones de su nueva existencia, con el fin de ayudarlo a encontrar a su amada. Pero para llegar a ese tan esperado encuentro, Javier tendrá que volver a recorrer aquellos escenarios que marcaron su vida, desde su niñez, hasta los últimos hechos que culminaron con su muerte.
Es un relato sumamente trágico y fuerte.
Sí, pero también lleno de esperanza.
¿La has concebido como una ficción, de comienzo al fin, o vas a utilizar también elementos documentales? ¿Cuál es tu propuesta estética?
La forma fílmica que utilizo no es realista, por cierto, no podría serlo; hablo de muertos que despiertan para contarnos su historia; el lenguaje es por tanto, sugestivo, metafórico, poético. A mi juicio es la expresión más sarcástica para castigar moralmente a los culpables y a quienes fueron sus cómplices. En esta atmósfera cabe perfectamente hojear en ese álbum de fotografías que son los documentales.
¿Cuál es el sentido que le quieres dar a esta obra?
Que los muertos, víctimas del terror militar, sólo se han extinguido en la violencia de sus verdugos; que la maldad tuvo el poder de matarlos pero ellos nunca murieron, pues aún permanecen en nuestra memoria. Es una exigencia de castigo a los culpables, contra la impunidad. Los desaparecidos son, de algún modo mi propia conciencia. Encontrarlos, es mi gran sueño.
¿La historia que cuentas, es real? ¿Conociste a sus protagonistas?
Tanto la historia como sus personajes son extraídos de la realidad. Empero, el relato es fictivo, simbólico, pertenece un poquito a todos y a cada uno de los que aún vagan por campos floridos, está sugerido por ellos.
Hablemos del proyecto en sí, ¿cómo lo vas a llevar a cabo?
La película es definitivamente una propuesta alternativa, ante todo.
Producciones Cine Rebelde que está detrás de este proyecto, no cuenta con un presupuesto convencional suficiente para contratar los gastos iniciales que demanda su producción. Por ello es que tanto el equipo artístico, como técnico y administrativo se organizarán, al comienzo, de manera solidaria, es decir, será una contribución gratuita de quienes decidan hacerlo. Sin embargo, una vez que se generen ingresos por concepto de venta y distribución, serán cancelados aranceles justos, en forma proporcional, a todos aquellos que hayan colaborado en el rodaje de esta película. Sin embargo, contamos desde ya, con un apoyo humano enorme, que atraviesa todas las fronteras (la tragedia de los desaparecidos no tan sólo afecta a Chile sino también a muchos otros países), y que han manifestado su disposición de colaborar. Uno de ellos es el cantautor chileno Francisco Villa, que se ha ofrecido para hacer la música de la película. Ese aporte tiene un valor superior al dinero. También estamos solicitando fondos y golpeando puertas; en este sentido soy bastante optimista pues los costos no son exorbitantes. Pienso filmar en video digital que es un sistema de excelente calidad y barato, luego hay que traspasarlo a 35 milímetros para su exhibición en los cines.
¿Cuándo comenzarías a filmar y dónde?
Según los planes, tendríamos que comenzar a filmar en Suecia a fines de mayo, por un período de 8 a 10 semanas. Mientras tanto preparo, junto a algunos compañeros todo lo relacionado con la recreación de ambientes y su escenificación. La idea es estrenarla el 11 de septiembre cuando se cumplan 30 años del golpe militar.
¿Es posible trasladar esos ambientes que existen en Chile a un país tan distinto como Suecia?
Todo es posible.
Nota:
Para más información escribir a Daniel Villalobos [email protected]
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