inicio | opinión | notas | cartelera | miscelanea sueca | suplementos | enlaces 27-Mar-2009

John Ashbery
Como un poeta del que nadie habla

 
Juan Cameron. ¿Es Ashbery en verdad un poeta oscuro, cerrado, críptico? La revisión de algunos de sus libros permite sostener lo contrario y rescatar, de sus ya recargadas imágenes, una visión compleja de mundo que da cuenta de su entorno en permanente crisis. Se trata nada menos que del registro vital de un habitante hastiado en un territorio en demasía recargado el que, como una red, atrapa su imagen y la desenfoca ante el ojo lector.

Hace medio siglo, como es de suponer, Ashbery era un perfecto desconocido. Si bien había publicado su Turandot y otros poemas, no fue hasta que su colega Wystan Hugh Auden, veinte años mayor que él, leyó los manuscritos de Algunos árboles y le instó a publicarlo. Y nada menos que en su prólogo, Auden sostiene que "de Rimbaud a Ashbery la imaginación continúa ligada a los valores de lo mágico". Sin duda el gran maestro inglés fue el primero que percibió la magnífica capacidad interpretativa del norteamericano. Su poesía, aparentemente oscura, abstracta, difícil de digerir para el lector medio, está cargada de significaciones culturales que registran el medio a la manera de cualquier artista contemporáneo. Su construcción no difiere a la de la plástica o la cinematografía actual. Ashbery es, en primer lugar, un poeta urbano que registra su medio a través de la visión del habitante, de sus sensaciones, temores y fracasos. Y lo hace, además, con una irónica expresión de humor.


En este sentido su poesía cobra absoluta modernidad. Sus elementos no son disímiles de los considerados para el proceso de la comunicación y de allí que su voz, en numerosos poemas, cambie de hablante o de situación o intente, como en la visión de mundo de Jackson Pollock, Mark Rothko o Willem de Kooning, captar la totalidad en una sola imagen. O en la propuesta del jazz, también, junto a Elliott Carter, Aaron Copland o Rib Cage. Es más, el absurdo de la posguerra y del llamado "sueño americano" queda retratado en su desesperanzadora e irónica recepción del entorno. Así, en Las canciones que conocemos mejor, señala "Como una sombra en un cuarto vacío/ como una brisa desde la tumba/ como un proyecto del que nadie habla/ ¿O pensaste de verás que yo era algún otro?"


Like a Proyect of Which no one Tells/ Como un proyecto del que nadie habla es el nombre de la selección y traducción que Roberto Echavarren hiciera de los textos de Ashbery. Publicado por Ediciones El Tucán de Virginia, en Ciudad de México, en 1993, la versión bilingüe reúne buena parte de los mejores textos del norteamericano. El poeta uruguayo señala varias características de esta poética, entre ellas el olvido y la pérdida de la imagen. Según esto, lo vivido se registra en un todo, por nuestros sentidos, en ese permanente pasado que es el presente. Lo visto ya fue tal una película que se capta íntegra por nuestros ojos y ya es puro recuerdo. Pues ese paisaje, esa visión, al igual que los objetos en el tiempo se descascara, se desmorona y, en definitiva, se precipita hacia el olvido y desaparece. El poeta apenas rescata, en una masa de discurso, fragmentos de cuanto para él fue.


En verdad el texto reconstruye o se construye a partir de sensaciones visuales, de sonidos o ritmos, de palabras escuchadas o aparecidas de pronto; y en tanto mensaje, sostiene Echavarren, "el poema no culmina ni en un conocimiento ni en una moral positivos. Es juguetón, no acepta jerarquías, cualquier cosa puede resultar atendible". Afirmación que vale para este oficio en general.


Galeones de abril aparece publicado en español, en la Colección Visor de Poesía, en 1994. La traducción pertenece a Esteban Pujals Gesalí. En el texto Decisiones dementes el poeta se refiere a su estilo en una suerte de oculta Ars poética: "De un modo u otro yo siempre me las arreglo, pero/ fuiste tú quien me las encontró, las cosas/ que me gustan, los lagos y los cuadros.// Por la noche la amarra se soltó./ Al romper el día se habían marchado./ Lo único que hice fue dejar hervir el agua./ La silueta habitual/ hizo que no pensase en ello".


Es Autorretrato en espejo convexo el libro que logra, en forma definitiva, inscribir su nombre en la poesía contemporánea de lenguaje anglosajón. En ese año de 1975, John Ashbery es galardonado con los Premios Pulitzer, National Book y National Books Critics. Al obtener los tres más importantes reconocimientos de su país y la admiración pública, Paul Auster lo saluda con estas palabras: "Pocos poetas poseen hoy día su misteriosa habilidad para socavar nuestras certidumbres, para articular tan plenamente las zonas más ambiguas de nuestra conciencia".


Autorretrato repite, al modo de Francesco Mazzola, El Parmigianino (1503-1540) la visión deformada de su imagen siempre retratada desde el punto más cercano a la conciencia. Y al entregarnos también aquí parte de sus claves, hace una asombrosa confesión: "la mano derecha/ más grande que la cabeza, adelantada hacia el espectador/ y replegándose suavemente como para proteger/ lo que anuncia". Es claro en su propósito; algunos versos más abajo reitera la idea: "El espejo decidió reflejar tan sólo lo que él veía/ que fue suficiente para su propósito: su imagen/ barnizada, embalsamada, proyectada en un ángulo de 180 grados". Esto se explica al ocupar las palabras -así lo manifestó- de manera abstracta, tal como el pintor abstracto utilizar sus pinturas. No es allí gratuita la palabra autorretrato.


John Ashbery nació en Rochester, estado de Nueva York, en 1927. En su bibliografía se cuenta a Turandot and Other Poems (1953), Some Trees (1956), The Poems (1960), The Tennis Court Oath (1962), Rivers and Mountains (1966), Selected Poems (1967), Sunrise in Suburbia (1968), Three Madrigals (1968), Fragment (1969), The Double Dream of Spring (1970), The New Spirit (1970), Three Poems (1972), The Vermont Journal (1975), Self Portrait in a Convex Mirror (1975), Houseboat Days (1977), As We Know (1979), Shadow Train (1981), A Wave (1985), April Galeons (1987), The Ice Storm (1987), Flow Chart (1991), Hotel Lautréamont (1992), And the Stars Were Shining (1994), Girls on the Run (1994), Can You Hear, Bird? (1995) Wakefulness (1998), Your Name Here (2000), As Umbrellas Follow Rain (2000), Chinese Whispers (2002), Where Shall I Wander (2005) y A Worldly Country (2007).



Copyright ©
Semanario Liberación
Box 18040
20032, Malmö, Suecia
Teléfono: +46 40 672 65 02
Telefax: +46 40 672 65 03
Correo electrónico: