La ex guerrilla del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN) ganó las elecciones presidenciales del pasado domingo, con poco más del 51 por ciento de los votos, según confirmó el Tribunal Supremo Electoral después de haber escrutado más del 92 por ciento de las mesas. El periodista Mauricio Funes asumirá la jefatura del gobierno el primero de junio.
Con una participación superior al 60 por ciento de los habilitados para votar, la coalición de izquierda del FMLN logró un millón 231 mil 755 votos, un 51.27 por ciento del total, mientras que el partido de gobierno, el ultraderechista Alianza Republicana Nacionalista (Arena) se había adjudicado un millón 170 mil 780 sufragios, que representaban 48.73 por ciento, cuando se había escrutado 90.68 por ciento de las actas.
De esta manera, el FMLN puso final a 20 años de gobierno del derechista Arena y confirmó los pronósticos de todas las encuestas, y confirmó el resultado de las elecciones municipales del 18 de enero, cuando fue la fuerza política más votada y conquistó casi 100 alcaldías.
Funes se proclamó presidente de los salvadoreños en un acto en la casa de campaña en la zona oriental de la capital, donde se concentraron miles de partidarios cantando modificada una de las consignas de la campaña: "¡Sí se pudo!, ¡Sí se pudo!".
De 49 años, Funes ha sido un destacado periodista de la televisión local y en una época corresponsal de CNN, que renunció en 2007 para asumir la candidatura del FMLN, en el que no militó como guerrillero durante los años de la contienda armada, aunque su hermano, Roberto, fue asesinado en agosto de 1980 por las fuerzas de seguridad.
Algo más de dos horas más tarde de la autoproclamación de Funes, su contrincante, el candidato oficialista, Rodrigo Ávila reconoció la derrota.
Ávila estuvo flanqueado por el presidente saliente, Antonio Saca, y sus predecesores en el cargo, Alfredo Cristiani (1989-1994), Armando Calderón (1994-1999) y Francisco Flores (1999-2004) en la tribuna ubicada frente a la sede del partido, en la zona centro-oeste de la capital.
Mientras Ávila hablaba, la militancia de Arena coreaba su himno con frases que forjó el fundador del partido y de los escuadrones de la muerte, Roberto D'Aubuisson en los años del conflicto armado, tales como "patria sí, comunismo no" y "El Salvador será la tumba donde los rojos terminarán".
Gobierno para los pobres
En su discurso de proclamación, Mauricio Funes hizo un llamado a la unidad de todos los salvadoreños y fue cauteloso en los anuncios de los objetivos de su gobierno.
"Ésta es la noche más feliz de mi vida" y la "de más grande esperanza para El Salvador", sostuvo, al indicar que el país "le ha demostrado al mundo entero" que está "preparado para la alternancia gubernamental". Explicó que trabajará por construir "una economía dinámica eficiente y competitiva", y que, además, promoverá "la creación de una amplia base empresarial".
"El mensaje profético de nuestro obispo mártir monseñor Óscar Arnulfo Romero, desde un claro apostolado, dijo que la iglesia tendría una opción preferencial por los pobres. Esa será la ruta de mi accionar, buscando siempre favorecer en forma preferencial a los pobres y excluidos", afirmó en referencia a arzobispo de San Salvador asesinado durante una misa en 1980 por un grupo paramilitar dirigido por el mayor Roberto d'Aubuisson, ultraderechista fundador de ARENA y uno de los alumnos de la Escuela de las Américas estadounidense.
Funes insistió en que una de las principales prioridades de su gobierno será levantar la economía. "Construiré una economía dinámica eficiente y competitiva y promoveré la creación de una amplia base empresarial. Nuestro propósito es convertir a El Salvador en la economía más dinámica de Centroamérica. A ese esfuerzo, invito a todos los empresarios medianos, grandes y pequeños, a que contribuyan a la construcción de un nuevo país", afirmó.
Me propongo dejar atrás los viejos patrones de la intolerancia, resaltó el virtual presidente electo salvadoreño al hacer énfasis en que su gobierno estará animado con el espíritu de la unidad nacional.
"Hemos firmado un nuevo acuerdo de paz, de reconciliación del país consigo mismo", dijo Funes aludiendo a la firma de los acuerdos que acabaron con la guerra civil. "Veo el resultado (...) como la victoria de la propuesta de unidad nacional que hice a lo largo de la campaña electoral", agregó.
"Me convierto (...) en presidente electo de todos los salvadoreños", agregó entre vítores de un grupo de militantes.
Funes insistió en que su gobierno "estará animado por el espíritu de la unidad nacional" y que "desde este mismo instante" se debe dejar atrás "la confrontación y el revanchismo". Dijo que su administración "tendrá un compromiso principal con la Constitución, la democracia y la vigencia plena del Estado de Derecho" y que trabajará en la "defensa del régimen de libertades y el respeto escrupuloso a la crítica y a todos los cultos religiosos".
"Saludo a mis adversarios con respeto, reconozco su empeño y les expreso mi disposición al intercambio permanente de ideas en función de los intereses nacionales y el fortalecimiento de la democracia", afirmó. "En este momento Arena pasa a la oposición y en ese carácter como partido de oposición, debe tener la seguridad que será respetada y escuchada".
Funes invitó "a las diferentes fuerzas sociales políticas" del país para que construyan juntos "esta unidad, que debe estar basada en la tolerancia y en el respeto de las diferencias".
El nuevo presidente, que asumirá el 1 de junio, indicó que la integración centroamericana y el fortalecimiento de las relaciones con EE.UU. serán "aspectos prioritarios" en la agenda de política exterior de su futuro gobierno.
El Salvador, un pequeño país que vive de sus exportaciones de café, textiles y azúcar, depende mucho también de las remesas que envían a casa los 2,3 millones de inmigrantes que viven en Estados Unidos y que han comenzado a perder empleo por la crisis económica en ese país.
Funes prometió gobernar para los pobres, que durante los gobiernos de derecha vieron adoptar el dólar como moneda y en los últimos meses caer las remesas y las demandas de productos salvadoreños desde Estados Unidos.
Sobre la política internacional dijo que se verán fortalecidas, ya que implementará "una política exterior independiente basada en la protección y el fomento de los intereses nacionales". "La integración Centroamericana y el fortalecimiento de las relaciones con Estados Unidos serán aspectos prioritarios en nuestra agenda de política exterior", afirmó.
El pueblo optó por el cambio
Silfrido Reyes, jefe de medios de comunicación del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN) expresó que "hoy comienza la verdadera democracia en El Salvador" con la victoria del candidato Mauricio Funes en las elecciones presidenciales de esa nación centroamericana.
Reyes añadió que "el pueblo tomó con fuerza la consigna del cambio, la esperanza, reconciliado de un país que va a tener mejores relaciones con los hermanos latinoamericanos, también con los EE.UU. y con la Unión Europea, que buscará integrarse al mundo, manteniendo la soberanía y nuestra autodeterminación", manifestó.
Nidia Díaz, una de las dirigentes emblemáticas del FMLN y actual diputada del Parlamento Centroamericano, afirmó emocionada que la jornada cívica tuvo una participación sin precedentes.
El pueblo derrotó el miedo y decidió cambiar su historia. Enfrentó la campaña de terror montada desde hace un año, que buscaba impedir a toda costa el triunfo de la izquierda en El Salvador, manifestó la ex comandante, que perdió a su compañero en un enfrentamiento de la guerrilla con el ejército salvadoreño, y que también fue capturada y torturada.
Dedico este triunfo a todos los compañeros caídos en la lucha que no han podido ver el cambio y les digo que hoy empieza la construcción real de nuestros ideales de justicia, agregó Díaz, quien se vio obligada a vivir algunos años en el exilio.
Vencer el miedo
El jefe del FMLN, Ramiro Vásquez, destacó que, con el triunfo de Mauricio Funes, el pueblo derrotó el miedo y con ello se garantizará el respeto a la libertad de los ciudadanos, así como la unificación del país.
Sobre los 3 puntos porcentuales que le valieron la victoria a Mauricio Funes sobre su contendor Rodrigo Ávila, Vásquez señaló que eso significó "la derrota del miedo por el pueblo salvadoreño, fuimos sometidos a una campaña enorme para desarrollarlo y para que la población tuviera miedo de su libertad".
Vásquez dijo que es esencial para el gobierno del FMLN reactivar el aparato productivo y unificar las fuerzas productivas del país, planteando el interés de convocar a todas las fuerzas nacionales en lo económico y político para elaborar un plan que permita enfrentar las amenazas de la actual crisis. "Uno de los grandes retos del FMLN va a ser reactivar la producción agrícola y de alimentos del país" afirmó. "Este gobierno es el inicio de una revolución y gran transformación en este país".
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