Por Cándido
La masiva demostración de solidaridad del pueblo sueco con la causa palestina, cuando una representación deportiva de Israel disputó los partidos por la Davis Cup la pasada semana en Malmö, suscitó una campaña mediática, particularmente agresiva y, reñida con las más elementales normas de "ética periodística".
Esta tendencia tiene su explicación en el hecho de que la derecha mediática que dispone de las columnas de los "grandes" diarios del país, no ha salido todavía del estado de shock en que ha caído tras el colapso de la columna vertebral de su "ideología".
Pero esta derecha mediática está en su rol de "identificación" con el sistema que la financia y al que sirve.. Porque mucho más grave es el caso del llamado Public Service (medios de comunicación estatales), representado por los noticieros Rapport y Aktuell de STVque está financiado con una licencia que pagamos los ciudadanos, que tiene estatutaria y moralmente la obligación de proporcionarnos una información veraz e imparcial sobre los acontecimientos nacionales e internacionales.
En relación a la manifestación a propósito de la disputa de la Davis Cup, apenas trascendió la decisión de las autoridades responsables de Malmö, basada en razones de seguridad, de realizar los partidos sin asistencia de público, comenzó, con más virulencia que argumentos, una sistemática campaña. Toda la semana previa estuvo destinada a alertar (¿desear?) que la marcha de provocara el caos con riesgo para la seguridad pública. El día de la marcha se hizo mención a la participación en la oratoria del ex-parlamentario Per Garthon y de Lars Ohly, líder del Partido de Izquierda, pero se omitió la del músico de origen judío Dror Feiler, presidente de una organización judía europea que trabaja la paz entre israelíes y palestinos.
Cuando la cola de la marcha llegaba al céntrico Triangel a las 13.30, y la cabeza bordeaba el Pildammparken (ya casi llegando al estadio) la información textada de STV titulaba que "1 500 manifestantes"! marchaban hacia el local del evento y destacaba que "eran muchos menos que los 10 000 que los organizadores habían previsto" y que entre ellos marchaban "unos 200 enmascarados vestidos de negro llamados "autónomos". A las 14.55 el mismo noticioso textado titulaba con grandes letras: "Caos frente a la Baltiska hallen" y aludía a unos 6 000 manifestantes entre ellos "los 200 enmascarados que arrojaban bengalas , bombas y botellas a la policia" según su reportero Rickard Lööf.
Rapport de las 19.30 mostraría la imagen minuciosamente captada, de un joven atlético subido al techo de un vehículo policial destrozando a patadas la luz allí ubicada. Sin que ninguno de los 1 000 policias destinados a impedir que los manifestantes llegaran a las proximidadades del local, interviniera.
Paralelamente la información de TV4 entrevistando a un portavoz policial, señalaba el orden de la marcha así como la presencia de algunos revoltosos "bien conocidos de la policía" en una previsible referencia a los autónomos. La misma fuente señalaba que tres personas habían sido retenidas y otras alejadas del lugar y que una hora después todo estaba en calma. A las 16 h SVT informaba que " al mismo tiempo que izquierdistas enmascarados habían atacado a la policía, el líder del Partido Liberal, Jan Björklund atacaba al jefe de la Comuna de Malmö Ilmar Reepalu ".
La "revuelta" de la marcha siguió en la agenda de Rapport y Aktuell a despecho de ignorar -o minimizar- noticias como que el Senado de USA investigaría la gestión de Bush o el amistoso viaje de Hillary Clinton a Moscú.
|