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Yo respeto a la mujer boliviana, particularmente a la mujer minera, a «La Ama de Casa», mis respetos para ellas, afirma don Severo Torres, al iniciar esta entrevista.

El Encuentro Nacional de bolivianos, año 2014, se realizó en la ciudad de Malmö. La participación de las diferentes organizaciones bolivianas de Suecia presentes en este tradicional evento reúne ya después de 35 años a 4 generaciones. Un racimo cultural es lo que caracteriza a las noches culturales y deportivas. La competencia en estos ramos es como de esperar, una lucha titánica por lograr los mejores resultados y llegar a las finales y por ende llevarse la mayor cantidad de trofeos que adornarán las vitrinas para enorgullecer a las organizaciones. Los rostros maduros de generaciones que antaño fueron las que dieron inicio a estos encuentros también estaban presentes para guiar a las nuevas  generaciones.
Mi nombre es Severo Valentín Torres Bravo, boliviano, chuquisa-queño de nacimiento ex dirigente del Distrito Minero de Siglo XX, ex miembro de la Federación de Mineros, Ejecutivo de los Relocalizados y finalmente diputado por un partido político en el proceso de la UDP. Nací en Sucre, a mi tierna edad, 5 años, ingresé a la escuela primaria, Ricardo Mugía; luego he sido protagonista, o sea he sido un observador de todo de lo que ocurría allá por los años 1946 cuando colgaron al Presidente Villarroel, la Guerra Civil el año 1949 con el famoso «chivo» Urriolagoitia, la preparación de la Revolución del año 1952, junto a los jóvenes mineros de Siglo XX de Potosí y otros sectores que de alguna manera fue un antecedente significativo en mi vida formal social política.  Esto me inspiró a tratar de hacer averiguaciones sobre lo que significa el derecho que tiene la persona: a la vida, al trabajo, con un salario justo, a tener derecho a la educación, y otros aspectos que fueron  puntos de referencia que me dieron un proceso de buena voluntad y predisposición para integrarme en las minas como un conductor de los trabajadores mineros.

¿Cuáles son las razones que te llevaron a pisar tierras mineras?
Luego de presentarme al cuartel y hacer el servicio militar, me he destacado en la Escuela de Clases fui becado a Panamá. Tengo el grado de oficial de reserva. El año 1959 me casé muy joven con una muchacha de La Paz y eso significó que cambiara mi vida porque fui a visitar a las minas a mis hermanos que también eran dirigentes mineros en Siglo XX y ya no pude salir de allá porque empezó mi vida matrimonial a dar frutos que fueron el inicio de los hijos que yo tengo y me quedé ahí.
Me llamó mucho la razón el tratar de introducirme con criterio de tipo político, lo que significa el sindicalismo boliviano, particularmente, porque no, con los mineros: con grandes dirigentes que fueron Lechín, Federico Escobar Zapata, (Machu Moreno), Irineo Pimentel, Cesar Lora, Guillermo Lora, Isac Camacho, Filemón Escobar y otros.
El año 1960 fui dirigente, a la edad de 20 años. Dirigente durante 27 años en Siglo XX.

Cuénteme su experiencia en la mina, si trabajó o solamente fue dirigente.
Ingresé a la sección de Ingeniería, luego estuve en geología y muestreo. A partir de esa fecha fui trabajador de interior mina. He sido cabecilla, perforista o sea que he tenido todos los conocimientos, habidos y por haber, de lo que significa el trabajo más duro y difícil, el de ser minero, en Bolivia, donde se siente en carne y hueso lo que significa ganarse un sueldo miserable y tener una vida completamente injusta, sin educación para nuestros hijos, sin vivienda, sin agua potable ni alcantarillado y lo peor sin tener derecho a poder expresar nuestro dolor, nuestras necesidades que puedan conducirnos a tener una familia sencilla y honorable como boliviano natural.

Su experiencia en la lucha minera.
El año 1961 salí al exilio después de tener un encuentro en Huanuni, caí herido, el año 62 salí a Holanda, el 63 y el 64 volví a salir a Alemania el 65 al Paraguay y la Argentina. Regresé el 69 a las minas. El año 75 nuevamente salí exilado a Chile y luego a Francia, el año 1978 salí a Suecia y lamentablemente el año 1986 estuve preso en Puerto Rico y cuando falleció mi queridísima esposa, –que fue eso un punto de referencia para aclarar si lo estaba haciendo bien o mal en mi condición de Dirigente Sindical Minero para seguir adelante– comprendí que ahí había empezado a darme cuenta de todo lo que hice. No fue por mí ni por toda mi familia, lo hice por todos los bolivianos, por todos esos niños, por toda esa gente pobre di la mayor parte de mi vida; pero, cuando me faltó la conductora de la vida...

Felicidades por esa trayectoria sindical muy rica.  ¿Cuál fue su  relación con los dirigentes mineros?
Yo fui el dirigente más joven de todo el país. He estado con Lechín, Guillermo Lora, Federico Escobar Zapata, Irineo Pimentel, con el famoso Machu Moreno, luchando y peleando por algo que era una injusticia, esa era una gran experiencia. Esa fue la universidad de mi vida. Ahí aprendí a conocer en carne propia lo que significa ser Dirigente Sindical, lo que significa ser político; cuando uno no es observador sino que es parte de esa realidad y que lo siente en carne propia. Soy conocido a nivel nacional, hoy estoy como un elemento que no puede hacer mucho, me siento como un pez fuera del agua, pero de todas maneras tengo aún una opinión y a veces tengo la capacidad para admirar a lo que es positivo y protestar a algo que es completamente incorrec-to.

¿Qué opina del proceso actual en Bolivia?
En cuanto se relaciona al proceso boliviano es una continuidad a lo que siempre fue. Es doloroso saber después de tantos años, después de haber conocido diferentes partidos políticos en Bolivia en particular desde mi niñez, la situación es siempre la misma. Los elementos centrales, las piezas centrales son las mismas. Me duele ver y conocer que quienes están dirigiendo el país son los que han asesorado a la izquierda a la derecha, centro derecha, centro izquierda son los mismos y hoy están clandestinos.
De todas maneras en Bolivia hay un cambio en estos momentos positivo, pero la situación es sumamente dura y difícil, hay que estar ahí. Hay que bañarse con la realidad boliviana. Hay que estar en el campo, en las ciudades, en los barrios marginales. Hay que conocer y ustedes tienen la palabra, dejo que ustedes se den cuenta de lo que está ocurriendo en Bolivia. Lo que se ve hoy, en Bolivia hay un CAMBIO que no es totalmente positivo del 100% pero tiende a ser ya un elemento que pueda tener una continuidad política, siempre y cuando el pueblo se dé cuenta: ¿qué es lo que debemos hacer? No nos dejemos llevar por las apariencias, hay que participar, no podemos ser observadores, no podemos ver el teatro desde el palco, hay que ser parte de ese teatro, tenemos todo el derecho solo así podremos conocer la vida de nuestras familias, particularmente los que vienen delante, nuestros hijos y nuestros nietos.

Suecia es el exilio más prolongado. ¿Cómo lo ve, lo siente Usted?
Bolivia, para quienes no viven ahí, ha avanzado bastante.  Pero para quienes viven en Bolivia, la situación es todavía muy complicada. El que habla bien o mal fuera de Bolivia, vaya a Bolivia y verá qué es lo bueno y critique qué es lo malo sin ningún temor. A mí me ha costado decir la verdad durante muchos años, me han dado palo, pero no importa, me daban palo porque decía la verdad y acá estoy por principios no por otra cosa.
Yo quiero mucho a Suecia. Ella es la segunda patria que me ha dado a mi vida, a mi familia y a mis hijos; es más, cuando fui a visitar a Chile últimamente  nuevamente la policía internacional me sacó fuera del país porque Pinochet me había echado el año 1975 a Francia y cuando llegue allí no me dejaron entrar. Ellos tuvieron que traerme hasta acá, a Suecia. Yo conozco al panadero que es político y al politiquero que ni siquiera es panadero. En cuanto al criterio internacional que tienen sobre Bolivia, puede ser positivo y negativo. Hay una izquierda y una derecha  y una opinión que hablan sobre nuestro país sin conocerlo a profundidad. Bueno evidentemente critican a Bolivia con ese problema de la cocaína. Pero puede ser cierto. Evidentemente hay gente que tiene la posibilidad de contar en este momento con la familia que tenga su casita, lugar para sembrar. Lo que antes no había. Ahora: ¿Cómo lo han logrado? Ahí está la pregunta. De todas maneras Bolivia, gracias a lo que hizo el actual Presidente, Juan Evo Morales Aima, con la nacionalización del gas y el petróleo  ha logrado recuperar la economía y que  gran parte de ese dinero va al desarrollo del país, se lo ve, hay un gran cambio en Bolivia; ahora el resto del dinero no sabemos dónde va, lo cierto es de que hay. Ojalá que el Presidente Evo no se equivoque en el propósito que tiene, el de hacer un cambio positivo, ojalá, aunque no estamos libre de equivocarnos. Hay que vivir muchos años para comprender si se hizo bien o se hizo mal.

La importancia de la mujer en Bolivia.  ¿Cuál es su opinión del movimiento y el rol que jugaron y juegan las mujeres en Bolivia?
El hecho de haber sido dirigente sindical me ha dado la oportunidad de conocer la creación y fundación de «Las Amas de Casa» en las minas; hablo de las minas, de la mujer minera. Una mujer que se ha dedicado ha ser sirvienta, cocinera, una mujer que se ha dedicado a ser madre y muchas veces una bolsa para recibir los golpes de la vida y de su propio esposo, pero cuando maltrataron a su compañero sí, ella, la mujer, reaccionaba con violencia  dura  para defender a su familia y a su compañero y eso lo demostraron las Amas de Casa,.
Yo tuve la oportunidad de conocer, he sido yo uno de los creadores de la fundación de «Las Amas de Casa» en Bolivia. Ellas tienen mucho valor, esas mujeres valerosas deben ser reconocidas  por lo que han cumplido, con lo que siguen cumpliendo  pero que hoy viven ignoradas. No se reconocen lamentablemente esos valores, esos aportes que hicieron Las Amas de Casa de Siglo XX, y eso duele. Como ejemplo puedo decir que mi esposa, mi compañera fue mi gran amiga, fue la madre de mis hijos, fue la mujer que me dio todo, pero cuando ella me abandonó , cuando ella dejó de existir  ahí me perdí .Yo respeto a la mujer boliviana, particularmente a la mujer minera, a «La Ama de Casa» , mis respetos para ellas.