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No es ninguna exageración, cuando se afirma: «El Festival boliviano de Caporales más grande de Europa, se realiza en Suecia». Y la ciudad capital; Estocolmo, se ha convertido en la plaza mayor de las manifestaciones de la música y los bailes bolivianos. Es justamente en esa capital en estos días –viernes y sábado– que las diveras asociaciones bolivianas de Gotemburgo, Uppsala, Malmö, Växjö, Eskilstuna, Västerås y de otras, han acreditado sus mejores grupos de bailes para competir en el festival «Caporal 2015».

La colectividad boliviana en algo más de tres décadas ha logrado construir una firme plataforma cultural, en la cual la sociedad sueca que promueve la integración cultural, no sólo admira la diversidad de nuestras manifestaciones artísticas, también las fomenta.
Sin embargo es necesario hoy hacer un breve repaso histórico del baile de los caporales, siendo que son los jóvenes los que más activamente participan y promueven en Bolivia y en el mundo. La danza del caporal fue creada y desarrollada en un barrio popular de la ciudad de La Paz en los años 70. Y con el transcurso de los años esta danza trascendió hacia Oruro, capital folklórica de Bolivia, de allí a Cochabamba. Posteriormente hacia los países vecinos como Perú y Chile.
A Suecia la danza del caporal llegó con los exiliados bolivianos a principios del 80. Cuando se decía que bailar era una necesidad para el boliviano, se bailaba para poder sobrevivir en el exilio; y así fue que las familias o las primeras organizaciones bolivianas se pusieron a hacer trajes de baile de los caporales, prácticamente eran trabajos manuales. Mal o bien estos trajes servían para mostrar nuestra cultura y al mismo tiempo para transmitir  a los niños la herencia cultural que trajimos desde el país.
Y que finalmente, el tiempo nos ha demostrado, que la danza del caporal había sido un puente de integración entre los bolivianos, latinoamericanos, suecos y de otras nacionalidades; una actividad sana, colorida, sensual, con carisma juvenil, armonía y agilidad.
Ahora los danzarines lucen trajes de moda importados de Bolivia. Aunque el “chicote”, está por desaparecer en la danza. Hasta las polleras de las mujeres son más cortas y los cascabeles de los varones suenan más fuerte, esas son las diferencias con los otros tiempos. Los jóvenes que bailan en Suecia han desarrollado su propia coreografía y también la selección de la música a gusto para las presentaciones escénicas. Y para lo que es la danza de los caporales en este país nórdico los jóvenes y los niños han tenido que ensayar semanas y meses, y sin exagerar años para las presentaciones en los teatros y en las calles, y en plazas de Suecia.
Festival de la danza de caporales. “Bo-livianos en Suecia” de Leonor Churquina Ortiz. Ella dedica unas páginas en su libro acerca de la danza de los caporales, e ilustra con fotos  los trajes y los bailarines que participaron en diferentes actos y festivales. Leonor al referirse de cómo surgió el festival de caporales, dice en una parte de su libro: “Su origen surgió de convocar al concurso de saya caporal, que se realizó durante tres años, en el Centro  Socio Cultural Boliviano de Estocolmo. Los jóvenes de esta agrupación asumieron la iniciativa de llamar al concurso porque la danza de los Caporales se había puesto  muy de moda en los carnavales de Bolivia.  Por entonces estaba de presidente de la asociación Cesar Terán y en la secretaría de Cultura Tatiana Vega. La asociación no tenía un local amplio, por esta razón se determinó que la Federación Nacional, además de organizar el Encuentro, también organice el festival de Caporales, y que la actividad sea rotativa por diferentes ciudades cada año.”
En ese entonces, había cierta confusión en Suecia, como ocurrió también en Bolivia, con el nombre de la danza: ¿qué es lo que se estaba bailando?, ¿eran negritos?, ¿tundiques?, ¿saya o caporales? Como la misma danza estaba en evolución y como siempre evoluciona en todo, al final se pusieron de acuerdo de lo que se estaba bailando, era la danza del caporal, que tiene su propia historia con la conquista y el colonialismo.
En esa Tercera Competición en Estocolmo los galardonados con el primer premio en parejas fueron Anel Gómez-García y Álvaro Claure (ARLA).
Para atestiguar y ser parte de esta cronología. En una carta dirigida a la Federación, la Lic.Llonka Alderete, comunicadora de profesión, hizo una reflexión del significado del Festival Saya Caporal en 2003 en la Revista Bolivia que circulaba en los encuentros bolivianos bajo la dirección de Jorge Carrasco. En uno de los párrafos de su extensa carta, la periodista señala que, “El Festival Saya Caporal 2003 y las actividades organizadas por la Federación de Bolivianos en Suecia, cuenta con aval, este aval humano se manifiesta a través de los miembros que la componen; esto significa también, que tanto los participantes, asistentes, delegados de Asociaciones, son personas representativas de la forma y el desarrollo de cada una de las actividades que se han venido realizando. El Festival de la Saya que es ya séptimo en su consecución, se está convirtiendo en una actividad importante; tanto por el movimiento que significa realizarlo, el número de participantes, asistentes, público y sobre todo la integración que se da a través  de estas actividades dedicadas a los jóvenes.”
En Malmö, durante el concurso de caporales bailaron por la refundación de Bolivia. Desde su inicio, la danza de los caporales en Bolivia, apareció dentro una sociedad de raíces populares, donde la burguesía citadina no participaba en las fiestas zonales. Los habitantes de los barrios marginados no participaban, ni siquiera les dejaban participar en la política. Así que la danza era como una forma de expresión y práctica de rebelión en contra de los gobiernos neoliberales y militares.
En calidad de asistente a este concurso, vi que los jóvenes bolivianos de corazón de las 20 agrupaciones vivas de Suecia, bailaron la Danza del Caporal por la Refundación de Bolivia el 6 y 7 de abril del 2007. Más de medio millar de latinoamericanos y suecos fueron testigos oculares de la presencia de la juventud en el magnífico escenario de Rosenbergsalen de la ciudad de Malmö. Fueron dos días de intensa actividad y de compartimiento. A pesar de mucho tiempo y del alejamiento de la patria, los residentes bolivianos en Suecia una vez más se reunieron para celebrar juntos nuestras tradiciones folklóricas; y esta última  versión fue dedicada al proceso de cambio político en Bolivia. Debemos citar también, que algunos compatriotas no estaban de acuerdo que se baile por los cambios sociales en Bolivia, por diferencias políticas.
Cuando se realizó el XII Festival de Caporales del 21 al 22 del marzo de 2008 en Estocolmo, la llegada de los artistas del dúo Negro y Blanco fue muy emotivo en el evento, con el público. Los artistas manifestaron admiración cuando los jóvenes bolivianos y de otras nacionalidades bailaron con euforia la danza de los caporales. El dúo, estrenó en el mismo escenario una de sus composiciones, “Sambo y ruiseñor”.
Jaime Padilla en una de sus notas escribió lo siguiente sobre los artistas bolivianos: “El dúo Negro y Blanco en cada una de sus presentaciones efectuadas en Suecia, exhortó a los residentes bolivianos y latinoamericanos asumir la responsabilidad de impulsar el proceso de cambio en Bolivia. «Si es que crees en nuestro canto/ Hazte Bolivia tú también/ Y ven a unir conmigo tu esperanza y tu fe» (...) acompañaba también el público la canción «Píntame Bolivia».
«El sábado 29 de marzo por la noche el dúo musical boliviano ‘Negro y Blanco’ durante su concierto en la ciudad de Malmö, envolvió a todo el público con la energía especial de sus canciones por la grandeza de sus propuestas, por el respeto a los pueblos hermanos de América Latina y por ese infinito cariño a la tierra que los vio nacer: Bolivia. Antes de Malmö, el dúo compuesto por Christian Benítez Ugarteche y Mario Ramírez Ballivián, actuaron en Gotemburgo, Västerås, Estocolmo y Uppsala y habiendo transmitido con sus canciones las mismas sensaciones a los cientos de compatriotas, latinoamericanos y suecos que acudieron a la presentación de estos músicos bolivianos.»
Festival de caporal en Eskilstuna. «Los suecos bailan por Bolivia». Sobre esta nota escribí en el bus y en el teatro, dediqué tres hojas, sobre este festival de caporales, en una de las partes escribí esta impresión: «Después del almuerzo, en esta sala, denominada Lokomotivet donde ya apareció la primera danza de los caporales, gritos de júbilo, aplausos, retumban en todas partes. Aparecen luego los Yawar Mallku, San Simón Stockholm, Antawara, Chasqui, Andinos, Raíces, Pachamama, y muchos otros más, así como dentro y fuera del escenario se ven a los caporales en todos lados. La televisión y la prensa escrita de esta ciudad vino para esta primera parte de la danza de los caporales dando una atención especial a esta actividad cultural que es la decimotercera en su edición que se realiza en Suecia.»
El periódico FOLKET de Eskilstuna, el sábado 11 de abril, 2009. Escribe en titular «Intensivt och kraftfullt på Lokomotivet.»
Y dice también en una de sus columnas que, «los Caporales es una danza moderna que apareció por primera vez hace 35 años en el Festival del Gran Poder de la ciudad de La Paz, sede del gobierno.» La danza creció de la tradicional danza afro-boliviana, de época colonial.
Otro acontecimiento importante es el evento mundial de caporales que se realizó el domingo 18 de julio del 2010. El objetivo principal fue reivindicar, promocionar, y sentar precedente internacional, que la danza de los caporales en su origen 100% boliviano.
En Suecia bailaron en las ciudades de Malmö, Estocolmo, Växjö, Gotem-burgo. En esta actividad internacional bailaron Caporales en 45 ciudades del mundo. «Evento mundial en defensa del folklore boliviano trascendió en el mundo», el periódico La Patria de Oruro, el jueves 22 de julio publicó acerca del evento mundial de caporales. La Patria recoge una parte de mi comentario sobre la participación del domingo 18 de julio, «Limachi dijo que el domingo 18 de julio fue un día muy especial para los bolivianos puesto que se realizó una atractiva exposición de la danza del caporal como parte del folklore de Bolivia.» Y sigue, «Describió el acontecimiento en los siguientes términos: La música en ritmo de caporal alegró a cientos de niños y adultos que se encontraron por el sector frente al mar, en Västra Hamnen, una zona moderna, portuaria, y algunos dicen que es una ciudadela futurista; junto a la playa se encuentran ubicadas cafeterías y restaurantes. Muchos bolivianos se aproximan alrededor de un escenario al aire libre, conocido por la gente como Titanic Bryggan».
Otro de los comentarios interesantes fue de Guillermo Jara (de Chile) quien reside en Suecia por más de tres décadas, dijo que el caporal es una expresión popular boliviana que se expandió a otros países por el hecho de que los bolivianos han salido de su país con su cultura. Opina también que el evento mundial es positivo y por ende es la cultura de unidad y de alegría.
Volviendo a los titulares de los periódicos en Suecia. Después de los eventos. Smålandsposten, del 23 de abril 2011, titula «Färgsprakande flirtande», es decir mucha decoración, sonidos de las zampoñas, el coqueteo en Konserthuset de Växjö.
«La danza de los caporales es muy popular entre la juventud en Bolivia. Y la danza se caracteriza por el coqueteo entre chicos y chicas», dijo a Smålandsposten Macarena Mendoza. Y que la danza se baila casi en todo el mundo, y especialmente en Lati-noamérica.
Norrköping sede del XVIII Festival. «Terminó con éxito el XVIII Festival de Caporales 2014». Que se desarrolló entre el 18 y el19 de abril.
Cientos de jóvenes hacían su llegada a las inmediaciones del centro educacional De Geergymnasiet para mostrar su cultura que año tras año aumenta en cantidad los danzarines y acompañantes que vienen desde distintas ciudades de Suecia para difundir y aplaudir y apoyar a la «nueva danza folklórica de Suecia». Que sin lugar a dudas es la danza de los caporales traída desde las alturas del altiplano boliviano.
En esta danza también participan jóvenes de otras nacionalidades. Dirigentes y fundadores de la Federación Nacional de Asociaciones Bolivianas (Fedbol), dicen con orgullo, «nosotros hemos traído esta danza, después de las dictaduras y golpes de Estado del 70 y 80», y los jóvenes, son ellos los que han evolucionado la danza de acuerdo a la necesidad folklórica en este país. Además es una forma directa de integrar a las personas de diferentes culturas en Suecia, y lo hemos hecho, aunque nos ha costado tiempo y esfuerzo. En este país los caporales hablan sueco y con veneración mantienen la herencia cultural de sus padres después de más de 40 años de la llegada de los primeros bolivianos a esta parte del norte de Escandina-via.”
XIX Festival de Caporal 2015
en Estocolmo
En esta edición del 19 Festival de Caporales, considerado el más grande de Europa, los organizadores invitan al público en general a una gala imaginaria a Bolivia, donde la danza es 100 % boliviana, festival a efectuarse entre el 3 y 4 abril, en Botkyrkahallen, Brunnavägen 6. Categorías para el concurso: niños, pareja, femenino, masculino, machas y mixto.
La danza de los caporales en Suecia, hace su presencia también en los Encuentros Bolivianos que se llevan a cabo la última semana del mes de julio de cada año. Los caporales, como danza moderna, en Suecia siempre está presente en cualquier acontecimiento cultural y hasta de solidaridad. La danza es practicada por los niños y jóvenes. Muchos grupos de organizaciones bolivianas en Suecia también pasaron fronteras con la danza de los caporales, a Dinamarca, Alemania, Italia, España, Holanda, Francia, etc. Donde allí también hay bolivianos que practican esta danza que está de moda más que nunca hoy, además es un aporte más al folklore, a la cultura sueca, a la cultura europea. Muchos de los jóvenes que participan en la danza de los caporales en Suecia, tuvieron la oportunidad de bailar con agrupaciones de renombre en La Paz, Cochabamba y Oruro. Oruro es considerado como la capital folklórica de Bolivia, y la entrada del carnaval de esta cuidad es declarada por la UNESCO como patrimonio cultural de la Humanidad.
La preocupación y el apoyo de los padres bolivianos que llegaron a Suecia hace más de 40 años no había sido en vano, de alguna manera sirvió para deleitarse con la música y el baile, y para tener también, por lo menos, el sello de identidad fuera de las fronteras.
Los caporales es la única danza que une ahora entre las clases sociales citadinas en Bolivia. Y particularmente en Suecia, en praxis, es un puente de integración dentro la comunidad latinoamericana e inclusive llegando a jóvenes de otras nacionalidades que lo bailan al igual con el mismo sentimiento y carisma la danza de los caporales traídos por los bolivianos a Suecia.